Una inesperada situación de tensión se ha creado entre Francia y el Reino Unido, hasta el punto de que Londres ha llamado a consultas al embajador francés.

El gobierno francés considera que el Reino Unido no está concediendo las licencias de pesca que estipula el acuerdo del Brexit y ha adelantado que empezará a aplicar fuertes sanciones a partir del día 2 de noviembre si no se llega antes a un acuerdo.

La detención de un pesquero británico en aguas francesas por varias infracciones ha tensado todavía más las relaciones, y Londres lo ha considerado un hecho muy grave. La policía marítima francesa capturó el barco de arrastre británico ayer jueves porque navegaba por sus aguas territoriales sin licencia. El gobierno del Reino Unido cree en cambio que Francia ha infringido la ley internacional con la medida y la califica de "injustificada".

Todo se ha complicado todavía más porque el ministro francés de Asuntos de la UE, Clément Beaune, ha defendido la captura del barco y ha advertido con una acción unilateral francesa por las licencias de pesca. "Ahora tenemos que hablar el lenguaje de la fuerza, porque parece que eso es lo único que entiende este gobierno británico", soltó.

Las palabras de Beaune han molestado al gobierno británico, que no ha dudado a llamar a consultas a la embajadora francesa. La ministra de Exteriores británica, Liz Truss, ha informado de que ha dado instrucciones para convocar la embajadora francesa, Catherine Colonna, para que explique las "decepcionantes y desproporcionadas amenazas" de París por la disputa pesquera.

Liz Tuss

Según informa el británico The Guardian, dos barcos patrulleros de la Royal Navy se han puesto en un estado de "alta preparación" para hacer frente a los posibles bloqueos de puertos de las islas del canal de la Mancha por parte de barcos pesqueros franceses.

Irlanda del Norte

 

La disputa pesquera con Francia se suma al desacuerdo que mantiene el Reino Unido con la Unión Europea en torno al cumplimiento del protocolo para Irlanda del Norte, que se estipuló como aparte del acuerdo del Brexit.

Londres ha amenazado con dejar de aplicar partes de este protocolo de manera unilateral si Bruselas no se aviene a rebajar los controles aduaneros que entraron en vigor el 1 de enero -aunque la mayoría todavía no se han llegado a aplicar- y se reduce papel de los tribunales europeos para dirimir disputas en Irlanda del Norte.