Este lunes empieza en la Audiencia Nacional uno de los grande casos de corrupción de la banca española: las tarjetas black.

Los principales acusados son Miguel Blesa y Rodrigo Rato, expresidente del Consejo de Administración de Caja Madrid, la actual Bankia. El primero articuló un sistema de tarjetas no declaradas por los directivos de la entidad, que Rato continuó, con lo que los 65 acusados se habrían apropiado de 12.039.659 euros.

Blesa y Rato también tenían una tarjeta cada uno con la que pagaron gastos personales 436.688 euros y 44.217, respectivamente. Miguel Blesa presidió el consejo ejecutivo de Caja Madrid de 1996 en el 2010, y Rodrigo Rato del 2010 en el 2012.

Las tarjetas, originariamente, estaban destinadas a gastos de representación. Con la llegada de Blesa pasan a ser una "retribución de procedencia perfectamente conocida por sus beneficiarios que nunca declararon a la Administración Tributaria las percepciones correspondientes al uso de las tarjetas, que hicieron suyas perjudicando a Caja Madrid", según el escrito de la Fiscalía.

Las tarjetas se emitieron al margen del rodeado ordinario de solicitud, aprobación, emisión y cancelación de las tarjetas de empresa. Las gestionaba otro de los acusados, Ildefonso José Sánchez, director general adjunto a la Unidad de Auditoría de Caja Madrid. Originariamente correspondía al Comité de Mediados de Recursos Humanos supervisar la gestión de las tarjetas.

Todos los directivos que tenían una de estas tarjetas no tenían que presentar ninguna justificación documental que acreditara el gasto. De hecho, se los advertía expresamente que no lo hicieran.

En mayo del 2012, cuando Caja Madrid es absorbida por Bankia, se cancelan las tarjetas.

Penas de prisión e indemnizaciones millonarias

En total 85 cargos directivos estuvieron utilizando las tarjetas desde el 2003 hasta el 2012. En el proceso hay 65 acusados, algunos de los directivos que utilizaron las tarjetas han muerto ya. Están acusados de un delito continuado de apropiación indebida y las penas que pide la Fiscalía van en función de la cantidad gastada por cada directivo.

El Ministerio Público pide seis años y medio de prisión y una multa de 108.000 euros para Miguel Blesa. Es la pena más alta, seguida de la que se pide para Rodrigo Rato, de cuatro años y medio de prisión y una multa, también, de 108.000 euros.

Para el resto de acusados se piden penas de prisión de entre un año a cuatro años, inhabilitaciones y multas desde los 54.000 euros a los 81.000 euros.

La gran mayoría afrontan cuatro años de prisión y una multa de 81.000 euros.

Además tienen que indemnizar a Bankia. A Miguel Blesa le piden 9.344.808 por las cantidades que los propietarios de las tarjetas se gastaron entre el 2003 y el 2010. A Rodrigo Rato le piden 2.694.850 euros gastados entre el febrero del 2010 y el mayo del 2012. El resto de acusados también tienen que devolver lo que se gastaron. Las indemnizaciones van desde los 8.366 euros hasta los 456.000 euros. Algunos de los acusados ya han vuelto la parte estafada.

Juicio mediático

El juicio empieza hoy pero está previsto que se alargue hasta el año que viene. Hoy y mañana se harán las cuestiones previas, pero hasta el 30 de septiembre no empezarán los interrogatorios a los acusados.

El caso cuenta con 4 acusaciones entre Fiscalía y acusaciones particulares y populares. Entre estas acusaciones está el FROB, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria y la misma Bankia.

Hay acreditados 65 medios de comunicación.

La envergadura del juicio ha hecho que se tenga que celebrar en el recinto de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares. Se ha habilitado una sala especial para la prensa en esta sede judicial y también otra en la Audiencia Nacional en la calle Génova, Madrid, desde donde se podrá seguir el juicio por streaming.