Todo el mundo es woke. Pero todo el mundo también es demócrata, populista y quiere la libertad.
Una de las palabras más repetidas en la campaña de Trump ha sido (y sigue siendo) "woke", término que se ha utilizado para definir grande variedad de grupos y personas de la esfera demócrata o progresista americana. El significado de la palabra, por eso, es realmente ambiguo. Las expresiones del lenguaje en el ámbito político son, por definición, convencionales, así que reivindicar un sentido absoluto de cualquier término no es más que una ilusión o una ficción que defienden aquellos que quieren hacer un uso específico de él. En todo momento histórico, pues, existen una serie de palabras que podemos categorizar de "significantes vacíos". Los significantes vacíos son expresiones que se utilizan en contextos muy diferentes y de maneras muy diferentes. Son como salvavidas a los cuales todo el mundo se aferra, pero cada uno desde una orilla opuesta; como un espejo que no es nada más que el reflejo de quien lo utiliza.
Así pues, como lectores ávidos y ágiles intérpretes de la realidad, la única opción que nos queda ante los usos dogmáticos de los términos es la prudencia: hace falta tomar distancia y no posicionar demasiado rápido como firmes defensores o firmes opositores de cualquiera de estos movimientos, sistemas o valores. Esta perspectiva reflexiva y ponderada nos la da la historia. Conocer el origen y la evolución de las palabras es la mejor manera de hacer un análisis crítico y no caer en los posicionamientos emocionales o ingenuos. Para hacerlo más divertido, el caso de woke es todavía más críptico que el resto porque, ya de primeras, se trata de una palabra que proviene de la jerga inglesa por "awake", que significa 'despierto'.
Los orígenes: un cantante de blues y un juicio racista
La primera aparición registrada de la expresión se remonta a 1938, cuando el músico y compositor afroamericano LeadBelly advertía de mantenerse despierto ante las injusticias raciales a la canción "Scottsboro Boys". En esta pieza, el artista habla sobre un caso real de 1931 en el que nueve adolescentes negros fueron condenados por violar a dos mujeres blancas. Los jóvenes afrontaron una condena conjunta de 130 años y se pasaron más de 5 años repitiendo los juicios hasta que, finalmente, fueron reconocidos como inocentes y liberados. No obstante, nunca se recuperaron, y las historias de los "Scottsboro Nine" ('los Nueve de Scottsboro') acabaron de formas realmente dramáticas y desmoralizadoras. Ante el revuelo social y mediático que provocó el caso, la canción de LeadBelly denuncia la arbitrariedad e injusticia contra la población negra y concluye "Stay woke, keep your eyes open" ('Estate despierto, mantén los ojos abiertos').
Aparte de este análisis sobre el registro literal del término, el Washington Post publicó un artículo el pasado febrero de 2022 con un punto de vista más sociológico. En la pieza se argumenta que el concepto wokeness aparece a través de Nation of Islam, un movimiento religioso que se formó en 1930 en un barrio de Detroit. El grupo combinaba elementos del islam con una cosmovisión centrada en la identidad y el empoderamiento de los afroamericanos, y argumentaba que la comunidad negra necesitaba un "despertar espiritual" de su estado de "sueño mental".
Detonante e imagen del movimiento antirracista
El wokismo no proliferó instantáneamente desde la frase de LeadBelly, pero identificamos en él una semilla del movimiento antirracista americano de la segunda mitad de siglo XX. Una historia de 1943 de J. Saunders Redding en The Atlantic describió un gran "awakening" ('despertar') entre los negros en el norte y en el sur, evidenciado por el creciente malestar y la organización laboral. En 1959, uno de los grandes referentes de la lucha por|para la igualdad racial, Martin Luther King Jr, pronunció un discurso titulado "Remaining Awake Through en Great Revolution" ('Mantenerse despierto durante una gran revolución'). En 1962, el novelista William negro William Melvin Kelley escribió sobre el término "woke" en el New York Times en una columna titulada "If You're Woke You Dig it" ('Si eres woke, lo has captado'). En esta entrada, Melvin Kelley definía la palabra como un "Negro idiom" (que se traduciría como 'expresión de negros'), y expresaba que las expresiones de estas comunidades eran imposibles de seguir sin una 'un poco de cintura', es decir, sin perspectiva o flexibilidad.

Estos solo son algunos de los centenares de ejemplos de la evolución continuada de la expresión "woke" a lo largo de los años, pero lo cierto es que el término no se popularizó realmente hasta alrededores de 2008. La transformación del término en un sinónimo de conciencia social fue progresiva y probablemente empezó décadas antes, pero empezó a ser más conocida en la época del lanzamiento de la canción "Master Teacher", de Erykah Badu, estribillo de la cual repite "I stay woke" ('me mantengo despierto'). Desde este momento, la izquierda progresista empezó a utilizar la palabra para designar movimientos de inclusión cultural y de justicia social. Así, en el 2017, el diccionario Merriam-Webster creaba una entrada por "woke" con la definición siguiente: 'consciente y atento activamente a hechos y cuestiones importantes (especialmente cuestiones de justicia racial y social)'.
La reconstrucción del lenguaje y el discurso republicano
Teniendo en cuenta la definición más popular actualmente, parece que hasta ahora hayamos estado hablando de una palabra completamente distinta, pero eso es precisamente lo que pasa con los significantes vacíos. El uso despectivo del término "woke" empieza a formarse a mediados de 2010, coincidiendo con la reacción contra el movimiento Black Lives Matter de la sociedad norteamericana. No obstante, la renovación conceptual real de la palabra viene de la mano de Donald Trump y Ron DeSantis (gobernador republicano del estado de Florida el 2018). Fue a partir del 2020 cuando el entorno conservador empezó a tomar fuerza en la lucha por el significado y fguras de la esfera del Partido Republicano empezaron a asociar "woke" a un insulto. A base de repetirlo muy habitualmente y en diferentes ambientes, extendieron la concepción peyorativa de la palabra. Uno de los discursos más mediáticos al respecto es lo que dio a Donald Trump en Alabama en agosto de 2021, con motivo de las elecciones de medio mandato del 2022.
(00:12) '¿Sabéis qué significa woke? Significa que eres un perdedor. Todo lo woke se vuelve mierda.'
Este mitin fue uno de los catalizadores de la resignificación del término, que rápidamente se extendería a través de figuras y prensa conservadoras y, lentamente, pasaría a integrarse en el imaginario colectivo. La frase "everything woke turns into shit" se hizo tan famosa que incluso se hicieron camisetas. La nueva definición se refiere a "woke" como anti Norte-América, como contrario a la figura nacional excelente e incluso como una forma de imposición ideológica. En pocas palabras, los republicanos lo empezaron a utilizar para designar a los que, según ellos, eran "demasiado de izquierdas".

Otra de las figuras relevantes que hay que destacar en esta lucha por el significado es Ron DeSantis, republicano que se abanderó de la lucha contra el movimiento "woke" tanto durante su mandato como gobernador de Florida como, sobre todo, en la campaña de las elecciones del Partido Republicano de 2024 (en las que era competidor de Trump). DeSantis dio base intelectual a la nueva concepción, entonces superflua, de la palabra "woke". En varias intervenciones, el líder conservador explicó detalladamente qué significado tenía —o quería que tuviera— el término y porque se tenía que combatir. Literalmente, DeSantis montó su campaña en torno a una 'guerra contra woke'.
(00:16) 'Woke es una forma de marxismo cultural. Se trata de tomar la individualidad, el mérito y el éxito y subordinarlo a una agenda política basada en la política identitaria. Es, en efecto, desplazar la verdad en favor de la ideología'.
No pienses en un elefante
El juego político para definir los significados de los términos tiene nada de nuevo. En el 2004, el neurolingüista George Lakoff publicó "Don't think of an elephant" ('No pienses en un elefante'), un libro donde explica las estrategias del Partido Republicano para redefinir conceptos en su beneficio y asegurarse así el voto. La hipótesis de Lakoff es que el cerebro está constituido por 'marcos mentales', que son estructuras psicológicas inconscientes a través de las cuales interpretamos la realidad. Las experiencias que tenemos, las noticias que leemos y los discursos que oímos activan, desactivan y crean marcos mentales. Por ende, si los líderes políticos dominan la retórica (y todos lo hacen, más o menos), serán capaces de dominar nuestros marcos mentales y, por lo tanto, modelar nuestra interpretación de la realidad y, en última instancia, nuestras acciones —y nuestro voto, claro está.
Cuando DeSantis o Trump transforman la narrativa y el significado de la palabra "woke" no lo hacen de manera inocente —y pasa exactamente lo mismo con otros términos y personajes. Así, dado que la interpretación no es neutra y somos susceptibles a enfrentarnos a significantes vacíos, hay que recorrer la historia de las palabras para saber qué son y de donde vienen: para salvarnos de la imposición ideológica real, lo que hay que hacer es crearnos nuestros propios marcos mentales, y que estos sean tan amplios como sea posible.