El catalán pierde peso en Andorra. Los resultados de una estudio sobre la inmigración en el Principado, llevado a cabo el 2022 con una muestra de casi 800 residentes, concluye que ha disminuido el porcentaje de personas que considera necesario hablar catalán para vivir en el principado, pasando del 64,4% en el 2002 al 50,3% en la última encuesta. Mientras tanto, ha crecido el número de personas que afirman que hay que hablar catalán "solo en algunos ámbitos", del 20,6% hace veinte años a un 36,1% en el 2022. Además, según se desprende del estudio, lo ven más necesario las personas de nacionalidad andorrana y las que llevan más años residiendo en el país.

Sin embargo, comunicarse habitualmente en lengua catalana sigue siendo un elemento muy importante para considerar que una persona está integrada en Andorra. Este aspecto se valora como muy o bastante relevante por un 83,3% de los encuestados. Sin embargo, se ha registrado un descenso de 8,6 puntos con respecto a los datos de hace dos décadas, cuando era el elemento más importante. Adaptarse al estilo de vida de Andorra, con un 90,1%, y participar en la vida social del país, con un 84,2%, han pasado a ser los aspectos prioritarios para alcanzar una buena percepción de integración por parte de las personas inmigradas al Principado.

De entre los motivos en defensa de la necesidad del catalán, los encuestados argumentan que "es la lengua oficial del Principado" y es un elemento de integración en el país. Por el contrario, los que creen que solo lo es en algunos ámbitos alegan que "hay más de una lengua", que el catalán solo se utiliza en ámbitos institucionales o que "se habla más en castellano".

Los resultados del estudio concluyen que la inmigración es percibida positivamente en el país, según las respuestas del 85% de los encuestados. Mientras tanto, un 6% la considera negativa y un 9% ni positiva ni negativa. El motivo principal de aceptación es que los recién llegados son necesarios para el funcionamiento de la economía. Además, un 60% de los residentes que han participado en el informe defienden el actual sistema de cuotas de trabajadores. Mientras tanto, un 25,5% cree que se tendría que facilitar la entrada de inmigrantes y un 14% piensa que se tendría que restringir.

El coordinador del área de sociología de Andorra Investigación + Innovación (AR+I), Joan Micó, indica que hace falta tener en cuenta el contexto de llegada de más inmigración a Andorra que se ha producido en los últimos años a la hora de entender esta visión. Sin embargo, ha querido dejar claro que uno de los peligros que no se ha detectado estaría en el hecho de que se considerara que "no es imprescindible" que los hijos de estas personas inmigradas supieran catalán. Por su parte, Pepita Batalla, investigadora del área de sociología d'AR+I, ha explicado que aprender la lengua, participar en la vida social y adquirir las costumbres del país son los principales elementos de la teoría de la integración de la población inmigrada, aunque estas personas ya estén dando pasos para formar parte de una Andorra "heterogénea".