Prácticamente todos los sindicatos de la Guàrdia Urbana, de los Mossos d'Esquadra y de los Bombers de Barcelona han reclamado el traslado de todos los trabajadores de la Central de Gestió d'Emergències (CGE) y de la Sala Central de Comandament (SCC) de Barcelona a otro edificio. El complejo actual, situado en el número 28 de la calle Lleida de la capital catalana, presenta, según los sindicatos, deficiencias que afectan a la salud de los trabajadores.

En este sentido, los diversos sindicatos firmantes han reclamado tanto al Ayuntamiento de Barcelona como a la Generalitat una relación "completa" de todos los casos de cáncer que se han registrado entre los trabajadores de estas dependencias desde su apertura. Según ellos, ha habido al menos 15 casos de cáncer en diez años, una incidencia que supone un 400% más que en otras salas similares de Catalunya.

El edificio es propiedad de Fira de Barcelona y durante varios años fue un centro de telecomunicaciones e informática del Ayuntamiento. En 2005, con el despliegue de los Mossos d'Esquadra en la capital catalana, se reformó para ubicar la SCC y la CGE, que agrupa los cuerpos operativos: Mossos, Urbana, Bombers de Barcelona y SEM.

Tanto la SCC como la CGE están situadas en el sótano y tienen ventilación "forzada". Así, hay muy poca humedad, y los trabajadores a pesar de beber unos dos litros de agua al día se quejan de dolor de cabeza, sequedad de garganta y problemas respiratorios. Además, las salas están llenas de pequeñas antenas y repetidores para que los 'walkie-talkies' puedan funcionar. Eso hace que haya bastante radiación electromagnética, aunque todavía no se ha podido determinar si es excesiva o si tiene relación directa con la incidencia de cáncer.

La sala tenía que ser provisional como máximo dos años, antes de que la Generalitat pudiera construir una central de emergencias en Barcelona. Se miraron opciones como el antiguo Hospital Militar, o a la zona de la Maquinista y el Bon Pastor, pero problemas presupuestarios han retrasado la solución final.

Respuesta del Ayuntamiento

Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona puntualizan que la petición de los sindicatos merece "el máximo respeto" por la delicadeza del contenido de la denuncia. Con todo, el consistorio se remite hoy por hoy a los resultados de los cinco informes de que dispone, que se han ido realizando en los últimos años.

Ninguno de estos estudios establece una relación directa de causa y efecto entre el estado del edificio y la enfermedad, han asegurado estas mismas fuentes. Los últimos datos disponibles corresponden a una actualización de junio de 2016 de un informe de enero de 2013 del Servicio de Epidemiología de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (AGSB)

Ahora bien, el Ayuntamiento de Barcelona ha encargado un nuevo informe en la Jefatura Provincial de Inspección de Telecomunicaciones de Barcelona, del Ministerio de Industria, después de que Inspección de Trabajo así lo requiriera. En estos momentos están esperando que el organismo estatal les confirme que lo realizará. Los resultados del informe tienen que estar disponibles el 1 de diciembre.