La caída de un rayo en una línea eléctrica aérea situada cerca de la carretera de acceso a la Costa Brava, la GI-682, dejó a 6.219 usuarios sin electricidad –la mayoría de Blanes y el resto de Lloret de Mar y Tordera–, según ha informado el Ayuntamiento de Blanes. El aviso lo dio un vecino del barrio de Valldolig –al lado de la carretera GI-600– cerca de las diez y cuarto de anoche, para informar de que había visto una explosión de luz repentina. La avería se pudo reparar al cabo de unas tres horas. La incidencia tuvo lugar durante las fuertes lluvias que empezaron ayer por la tarde y que han continuado este jueves.

El origen de la avería, según fuentes de la compañía eléctrica, fue la rotura de un aislador de una línea eléctrica aérea de media tensión, que recibió el impacto del rayo. Automáticamente, la línea quedó desconectada. Mientras los operarios empezaron las tareas de reparación, se estuvieron haciendo las maniobras de control para volver a conectar y poder alimentar a los clientes por otras vías de suministro. Hay que decir que la mayor parte de los usuarios sufrieron cortes intermitentes, si bien otros no tuvieron de nuevo servicio hasta que estuvo arreglada la avería.

Mientras duró el incidente, la centralita de la Policía Local de Blanes recibió numerosas llamadas de vecinos preguntando por la avería. El aviso de la caída del rayo lo dio un vecino del barrio de Valldolig –al lado de la carretera GI-600– cerca de las diez y cuarto de anoche, informando de que había visto una explosión de luz repentina. Inmediatamente se presentaron varias dotaciones de la Policía Local, Bomberos y Mossos d'Esquadra, a la hora que también se trasladaron técnicos de la compañía eléctrica para proceder a la reparación.