Poca sustancia, sobre todo por Catalunya, dejó la cumbre entre los presidentes de España y de Francia este jueves en Barcelona. Ni la reapertura de los pasos fronterizos entre los dos países, en la zona del Pirineo, se pudo pactar desde España con el presidente Macron. La visita de dos presidentes de gobierno con una delegación de primer nivel con ministros y unas protestas convocadas por el movimiento independentista obligaron a los Mossos d'Esquadra a desplegar un importante operativo policial que se alargó durante horas y que, a pesar de un par de momentos de tensión, fue bien y los dos presidentes y sus comitivas, pudieron llegar sin problema a los diversos puntos que la agenda preveía. A última hora de la noche, cuando los tres aviones Falcon de l'Ejército del Aire de Francia despegaron del aeropuerto del Prat se cerró un dispositivo que activó hasta doce unidades del cuerpo. El presidente español Pedro Sánchez, después de reunirse con el líder del PSC, Salvador Illa, en una cafetería del centro de la ciudad de Barcelona, también se trasladó al Prat y voló hacia Madrid, sin incidentes.

El operativo de este jueves, que fue seguido por la jefes de la policía catalana y mandos de las policías españolas, desde la comisaría de Sant Martí, que se convirtió durante todo el día en un Centro de Coordinación (CECOR), se cerró sin incidentes graves, más allá de los porrazos de la Brigada Móvil (Brimo) cuándo los manifestantes querían avanzar por ronda de Sant Pere, a plaza de Catalunya, en dirección a Via Laietana. El dispositivo de seguridad diseñado por los Mossos y dirigido por la comisaria jefe de la región de Barcelona, Marta Fernández, dejó algunos detalles que hasta ahora no se han conocido, y que ha podido descubrir ElNacional.cat. Los motivos para evitar que la marcha bajara por Via Laietana y la primera vez que el Grupo Especial de Intervención (GEI) iba en un helicóptero por si hacía falta actuar.

El helicóptero del GEI: nunca visto hasta ahora

La implicación de todas las unidades operativas del cuerpo en el dispositivo de seguridad de la Cumbre de Barcelona dejó imágenes que hasta ahora no se habían visto. El Área Central de Medios Aéreo (ACMA) de los Mossos desplegaron su Unidad de Drones y también, por primera vez, tuvieron sobre el aire de Barcelona tres aparatos volando de manera simultánea. Dos de los helicópteros se encargaban del seguimiento de las comitivas oficiales y de las manifestaciones convocadas a la ciudad. El tercero, y según ha podido saber ElNacional.cat, se utilizó para una cosa que nunca hasta ahora se había hecho. La adquisición de nuevos aparatos permite a la policía catalana aerotransportar agentes y ayer fue la primera vez que los Mossos sumaron al operativo, desde el aire, el GEI, el Grupo Especial de Intervención.

Este grupo, especializado en la resolución de conflictos de alto riesgo, es decir, cuando hay uso de armas o atentados terroristas, normalmente están ubicados a reacción en las zonas críticas, e incluso se trasladan con la comitiva por si hay cualquier ataque. Ayer, y durante toda la jornada, operadores del GEI estuvieron embarcados en el tercer helicóptero con armas largas. El objetivo era tener los agentes de la unidad de élite de la policía catalana sobre Barcelona por si, en caso de algún incidente grave contra las personalidades, poder actuar desde el aire o llegar rápidamente al punto necesario. Aunque no se tuvo que activar el recurso, fuentes de la policía catalana lo valoran muy positivamente y aseguran que da mucha más operatividad en todo el dispositivo y también concretamente a los integrantes del GEI.

No bajar por Via Laietana

El único momento de tensión importante se vivió al mediodía, en plaza de Catalunya. Una marcha de unas 2.500 personas avanzó por Gran Vía desde plaza de España hasta delante del consulado francés, junto a la plaza de Catalunya. Después, la manifestación se marcó como objetivo la plaza de Sant Jaume y querían acceder por Via Laietana. Los Mossos, para evitar esta vía, que está en obras y había mucho de material que se podía convertir objetas para tirar contra, por ejemplo, la comisaría de la Policía Nacional, y también evitar tener gente en la zona próxima al Museo Picasso, donde estaba prevista la visita de los dos presidentes, decidieron frenar la marcha en la ronda de Sant Pere. Fue allí donde los manifestantes consiguieron romper el cordón policial y se vivieron momentos de tensión, con golpes de defensa por parte de agentes de la Brigada Móvil. Tres o cuatro personas resultaron heridas, como también el vicepresidente de la Asamblea, Jordi Pessarodona. La manifestación siguió hasta Sant Jaume por Portal del Ángel, con los Mossos cortando el paso en todas las calles que daban dirección Besòs para evitar la incursión en la zona de Via Laietana. Ante la Generalitat la manifestación se disolvió sin incidentes.

 

Antes de este momento, sin embargo, la concentración se celebró sin ningún incidente grave. Tal como había previsto la Comisaría General de Información, la concentración reunió entre unas 6.000 y 8.000 personas, la mayoría gente de edad avanzada y todo y que se silbó, en ningún momento se vivieron momento de violencia o de hostilidad contra la línea policial, que estaba situada en paralelo en las cuatro columnas de Puig y Cadafalch, en la Fuente Mágica. La visita de Sánchez y Macron al Museo Picasso, en el Born, transcurrió también sin ningún incidente.