El Ministerio de Sanidad recomendó a Catalunya "extremar la prudencia en todos los territorios" en su informe del viernes 5 de junio, en el que avaló el paso de Barcelona y el área metropolitana a la fase 2 y el de las regiones del Camp de Tarragona, Terres de l'Ebre, y Alt Pirineu i Aran a fase 3.

En el informe, recomienda prudencia "particularmente en la región sanitaria de Lleida, dada la presencia de varios brotes activos y de una considerable transmisión reciente no vinculada por el momento a estos brotes". También se aprecia riesgo de rebrote en las residencias de ancianos: "En muchas de las regiones continúan detectándose casos positivos".

Además, se insta a la Generalitat a continuar avanzando en "la coordinación de las diferentes instituciones involucradas en la gestión de casos y contactos", y en la notificación de información. De este modo se obtendrán datos "confiables que permitan una evaluación sólida de la situación, y mejorar la calidad de los datos notificados diariamente a Sivies".

Casos no asociados a otros 

Asimismo, el Ministerio consideró "preciso continuar incrementando la sensibilidad para la detección precoz" de coronavirus en Barcelona y el área metropolitana, cuyas tres regiones se hallan ahora unificadas.

En la región Metropolitana Norte se alertó de un "alto porcentaje de casos no asociados a otros casos conocidos, por lo que podría también existir un riesgo de rebrote" si no se amplían las capacidades de diagnóstico precoz y control de contactos.

Y se recomendó, también, "profundizar" en qué medidas de preparación se están adoptando en municipios de interés turístico, como la ciudad de Barcelona.

Refuerzo en vigilancia epidemiológica 

Firmado por la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio, el informe repasa los datos epidemiológicos de cada región, su evolución en los casos de Covid-19 y su capacidad asistencial.

Sobre las PCR, se destacan los cribados masivos que se han llevado a cabo en las últimas semanas "en centros residenciales, donde se han detectado casos que muestran riesgo de rebrote y la necesidad de mantener las medidas de prevención".

En las unidades de vigilancia epidemiológica "los recursos humanos han sido reforzados y hay planes para más refuerzos a incorporar próximamente, tanto a nivel central como en las diferentes regiones".