En medio de la larga sequía que vive Catalunya desde hace meses, una de las medidas que anunció la consellera de Acció Climàtica, Teresa Jordà, era el traspaso de agua del pantano de Sau al de Susqueda para poder garantizar la calidad del agua y evitar que "ni una gota" se quede inutilizable en términos de calidad sanitaria. Para dar un paso más en este sentido, el Departament y la Agència Catalana de l'Aigua han ordenado pescar y sacrificar los peces que hasta ahora habitaban el pantano, que actualmente se encuentra a solo un 10% de su capacidad. "Si no hacemos nada y no llueve, morirán igualmente", ha dicho el responsable de Invasores, Jordi Ruiz, algo que también tendría consecuencias sobre el estado del agua. Según sus cálculos, ahora mismo en el pantano podría haber entre 40 y 60 toneladas de peces, entre los cuales 9 especies exóticas y una autóctona a la que no le corresponde este lugar. Tal como ha ido insistiendo la Generalitat, todas las medidas que se hagan en el marco de la sequía son para garantizar el acceso al agua y aprovechar todos los recursos.

Con el pantano a solo un 10% de su capacidad, una cifra que irá bajando rápidamente, ya que se está traspasando 0,5 hm³/al día hacia Susqueda, empieza a faltar oxígeno en el agua del pantano y se remueven los sedimentos. Todo esto provoca que los peces puedan morir de forma masiva, y cuando los animales se empezaran a descomponer, estropearían el agua en un momento en que toda gota cuenta. Este sacrificio no es la primera vez que se plantea, pero en el 2005 y en el 2008, cuando la situación era similar y se previó, finalmente no se materializó, ya que hubo precipitaciones. De momento, sin embargo, los mapas no auguran lluvias generales a corto plazo, hecho que aleja este escenario. Hoy se prevé lo llegada de tres barcas que vienen de Blanes y que podrían llegar a ser hasta cinco, para retirar del pantano el máximo número de peces durante las próximas semanas, 1,5 toneladas al día.

Sacrificar especies exóticas

Cabe tener en cuenta que, según los estudios hechos por el ACA, en Sau hay diez especies que no son propias de la cuenca y que la normativa vigente relativa a las especies exóticas define la obligación de sacrificarlas para preservar la biodiversidad autóctona. En un comunicado, el Departament de Acció Climàtica asegura que su objetivo es "evitar que su traslado a otras masas de agua pueda alterar la biodiversidad de los ecosistemas receptores o causar afectaciones a la calidad sanitaria de las masas de agua". La extracción de los peces se hará con cuatro técnicas diferentes, según cada zona: pesca de rodeo con redes, pesca eléctrica en espacios muy pequeños, recogida de especies en la superficie y pesca manual en sitios de difícil acceso.

El sábado pasado, cuando ya se había anunciado el vaciado del pantano de Sau, pescadores y vecinos de Vilanova de Sau salieron a protestar contra esta medida, denunciando que no había ningún plan para salvar la fauna y tampoco la supervivencia de los peces que lo habitan. Uno de los usuarios del embalse, Lluís Roca, afirmaba que la decisión no solo afectaría a los peces, sino a toda la fauna que viene hasta este punto, como los pájaros: "Será la matanza de peces más grande de Europa", lamentaba.