En un año marcado por la pandemia, Reporteros Sin Fronteras (RSF) alerta que la libertad de la prensa en el estado español, y por lo tanto, la fiscalización del poder, se han visto gravemente afectados.

La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa es un índice de referencia global sobre la calidad democrática en 180 países y territorios desde la perspectiva de un derecho fundamental: la libertad de expresión. Alfonso Armada, presidente de la sección española de Reporteros Sin Fronteras y la vicepresidenta Edith R. Cachera, han presentado hoy la clasificación anual de la lista que se publica desde el 2002.

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Aunque España se encuentre en la misma posición que el año pasado (29/180), la organización ha señalado la falta de transparencia política con respecto a la gestión de la crisis sanitaria y el creciente odio hacia la figura del periodista, hechos que amenazan la libertad de información en el Estado y por todo el mundo.

El impacto de la pandemia

En la rueda de prensa, Armada y Cachera han remarcado el impacto de la Covid sobre la libertad de información en el ámbito mundial. En general, los periodistas alertan de la falta de transparencia política en la gestión de la pandemia.

Más concretamente, RSF denuncia la represión de periodistas tanto por parte de las fuerzas de seguridad nacionales como por los propios manifestantes en las protestas contra las medidas anti-Covid por todo el mundo. Por ejemplo, esta práctica se ha visto en Zimbabue y en Irán, donde el gobierno ha controlado los contenidos periodísticos relacionados con la gestión de la pandemia.

En Alemania y en Francia destacan la violencia por parte de manifestantes negacionistas contra los medios. En relación con eso, Cachera ha señalado el hecho de que el 58% de las personas creen que los periodistas mienten deliberadamente. Con respecto a los Estados Unidos, RSF atribuye un auge de ataques y detenciones a la administración del expresidente Trump, quien declaró la guerra a los medios desde un principio.

Además, RSF alerta sobre aquellos gobiernos que han aprovechado la crisis sanitaria para endurecer su control sobre los medios, como es el caso de Siria.

La prensa en el estado español

Según recoge RSF, el estado español se sitúa en la posición número 29 del ranking. Cachera ha atribuido el hecho de que el Estado se mantenga en la misma posición que el año pasado a ciertas mejoras y empeoramientos.

Por una parte, las agresiones contra periodistas han ido a la baja con respecto a los tres últimos años, un hecho lógico teniendo en cuenta que una gran mayoría se producían en manifestaciones independentistas en Catalunya por parte de las fuerzas de seguridad.

Por otra parte, el avance ha sido imposibilitado por la preocupante falta de transparencia por parte del Estado durante la pandemia. Concretamente, Cachera denuncia las dificultades sufridas por los fotoperiodistas a la hora de capturar la realidad a los hospitales. Además, la falta de datos oficiales sobre la mortalidad de la Covid también afecta a la transparencia, ya que los periodistas han tenido que extraer las cifras por su propia cuenta.

Esta falta de transparencia también se ha hecho evidente en la frontera sur española, sobre todo en las Islas Canarias, donde las fuerzas del estado, siguiendo órdenes del Ministerio del Interior, han limitado la cobertura de la llegada de inmigrantes. En relación con eso, RSF ha destacado una actitud "paternalista" por parte del gobierno, que ha puesto como excusa querer "evitar la difusión de imágenes morbosas" o la "protección contra la xenofobia". "No es competencia del Estado decidir qué informaciones se pueden difundir", ha recordado Cachera.

Cachera señala el auge de la extrema derecha, en concreto los ultras de Vox por el incremento del odio irracional contra los periodistas y el escepticismo abierto hacia la prensa en general. De hecho, la mayoría de agresiones contra periodistas se han producido en durante actos políticos de este partido.

El ranking

Para elaborar el ranking de la libertad de prensa, la organización "aplica criterios estadísticos" y "consulta a centenares de expertos y observadores mediante un cuestionario que recoge varios factores que influyen en la prensa."

El índice clasifica los 180 territorios estudiados según el grado de libertad de prensa. En el grado más alto, es decir, allí donde la situación periodística es "buena", tan sólo se encuentran 12 países, sólo 3 de los cuales se encuentran a fuera de Europa: Costa Rica, Jamaica y Nueva Zelanda, en este orden.

Al frente de la lista y sin muchos cambios con respecto a la clasificación del año pasado, encontramos a los noreuropeos de Noruega, Finlandia, Suecia y Dinamarca. En este sentido, Armada ha señalado la correlación entre las democracias que han dado mejor respuesta a la Covid y las que han respetado la transparencia informativa durante la pandemia.

En la horquilla donde la situación es considerada "muy grave", RSF incluye 20 territorios. Aquellos en las posiciones más bajas son: China, Turkmenistan Corea del Nord y Eritrea, respectivamente. Según han explicado desde la organización, estos sueño los territorios donde los periodistas sueño vigilados, perseguidos, detenidos, encarcelados y asesinados sistemáticamente por parte del gobierno, y donde el estado impone duras restricciones a su libertad informativa.

En concreto, Armada ha explicado cómo China ejerce un control absoluto sobre los medios de comunicación, sobre todo en el espacio digital. A través de la Administración Cibernética del país (CAC), China asegura una vigilancia total tanto a los emisores de información como a sus receptores, unas medidas que ahora también se extienden hasta Hong Kong.

Foto principal: periodistas durante las manifestaciones contra la sentencia del procés / Sergi Alcàzar