Advertencia del Ayuntamiento de Roses, que pide a los vecinos de la localidad que no beban agua del grifo porque se han detectado unos niveles de un componente químico superiores a los fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El consistorio informa de que, si bien no de forma continuada, se ha detectado que uno de los parámetros que se evalúa en el agua potable que se distribuye en el municipio ha superado ocasionalmente el valor límite establecido. Concretamente, se trata del parámetro THM (Trihalometanos), que, a pesar de encontrarse dentro de los valores guía marcados por la OMS, pueden superar puntualmente el valor límite que se establece en el RD 3/2023, que es de 100 mg/L.
📢 Información sobre la calidad del agua de consumo en Roses.
— Ajuntament de Roses (@AjRoses) October 8, 2025
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Las medidas recomendadas por el Ayuntamiento
Estas fluctuaciones, explica el Ayuntamiento, hacen necesarias medidas adicionales por parte de los gestores de la red de abastecimiento de agua potable, que ya se están llevando a cabo y se prevé que finalicen a principios de diciembre. Hasta la implantación de las mismas y la solución definitiva de estas anomalías, las recomendaciones del Departamento de Salud de la Generalitat de medidas a adoptar en caso de uso de agua del grifo son las siguientes:
- Hervir (en un lugar ventilado o con extractor) durante 1 minuto el agua que se quiera utilizar para preparar alimentos, o para beber después de dejarla enfriar.
- Guardar el agua del grifo en un lugar ventilado durante unas 24 horas en una jarra abierta o un envase que permita la eliminación, por la volatilización, de estos compuestos antes de consumirla.
- Reducir el tiempo de las duchas y los baños en espacios poco ventilados.
- Ventilar los baños y las cocinas.
El Ayuntamiento de Roses, mediante la empresa concesionaria del servicio de abastecimiento (AGBAR), ha impulsado diversas medidas urgentes para mejorar el sistema municipal de distribución de agua. El concejal de Infraestructuras y Servicios, Lluís Espada, ha explicado que “desde el primer momento en que se detectaron estas alteraciones, se procedió al vaciado y a la limpieza extraordinaria del depósito de Muralles, así como a la instalación de un sistema de aireación forzada para facilitar la evaporación de los trihalometanos (THM)”.
También se ha actuado en la mejora del sistema de cloración de la red, incorporando más puntos de tratamiento y con una distribución más equilibrada. Según Espada, el principal reto es la calidad del agua procedente del embalse de Boadella, que, después de la larga sequía y la manera como se llenó el pantano con las lluvias de primavera —que arrastraron mucha materia orgánica—, todavía contiene una concentración elevada de este tipo de material. Esta materia orgánica, al interactuar con los desinfectantes, genera de manera puntual subproductos indeseados. “Sabemos que es una situación temporal”, afirma el concejal, “y hemos pedido a todos los agentes implicados en la gestión del agua que continúen aplicando medidas para mejorar su potabilización”.
El concejal Espada ha remarcado que “desde el momento en que se detectaron las alteraciones en la calidad del agua, el Ayuntamiento ha trabajado de manera coordinada con el Departamento de Salud, AGBAR y el Consorcio de la Costa Brava para mantener un seguimiento exhaustivo de la situación”. Actualmente, se llevan a cabo dos analíticas semanales para controlar de manera constante la evolución de los parámetros de calidad y verificar la eficacia de las medidas aplicadas.