Los Mossos han detenido a siete personas de nacionalidad española y de edades comprendidas entre los 28 y 52 años como presuntos autores de un robo con fuerza en una empresa de seguridad dedicada al transporte de valores y gestión de efectivo. El 3 de enero los Mossos tuvieron conocimiento que se había producido un robo de un millón de euros en metálico en una empresa de seguridad del Prat de Llobregat.

El AIC inició una investigación con la cual, gracias a la colaboración y las facilidades prestadas por la empresa, se determinó que uno de los autores de los hechos tenía que ser uno de los empleados.

Los investigadores hicieron un análisis de los trabajadores y de su entorno más próximo y pudieron constatar que uno de ellos había cambiado sus conductas habituales y su ritmo de vida. Además, comprobaron que una persona muy próxima de su entorno familiar había empezado a hacer ostentación de dinero pocos días después de haberse producido el robo.

Grandes compras

En un plazo muy corto de tiempo el sobrino de uno de los trabajadores de la empresa realizó varias compras de ropa de grandes marcas por importes muy elevados, compró un todoterreno de gama alta valorado en 32.000 euros, una motocicleta tipo custom por 12.000 euros, un escúter y dio dinero en metálico a varios familiares y amigos próximos. Además, había empezado los trámites por abrir un local de tatuajes.

Ante estos hechos el 14 de febrero se realizaron entradas y registros en cinco domicilios de Cerdanyola del Vallès y Sant Just Desvern. En el dispositivo se detuvieron cuatro personas, entre las cuales estaban los dos autores materiales del robo. Asimismo, se recuperaron casi 700.000 euros y muchos objetos que habían sido comprados con dinero procedente del robo.

Los investigadores se coordinaron con los responsables de seguridad de la empresa y pudieron determinar que uno de los trabajadores lo había planificado todo. A lo largo de un año estuvo estudiando las rutas para llegar y marcharse de la empresa, planificó la forma de acceder y controló los movimientos del personal.

Con su sobrino

El trabajador pidió la colaboración de su sobrino para poder materializar el robo de un millón de euros. Para hacerlo le facilitó llaves maestras y una tarjeta de acceso para moverse con total libertad por las instalaciones y él desde la sala de control se encargó de controlar y anular las cámaras de seguridad. Todo eso permitió que consiguieran rápidamente dos sacas llenas de billetes sin levantar las sospechas del resto de personal.

En días posteriores a las primeras detenciones se localizaron y detuvieron a tres colaboradores más en Cerdanyola del Vallès, dos personas el 17 de febrero y otro el día 24.

El Juzgado de Instrucción número 5 del Prat del Llobregat decretó el ingreso en la prisión para dos de los detenidos, el trabajador de la empresa y su sobrino, y libertad con cargos para los delitos de encubrimiento y recepción para el resto, además de la retirada del pasaporte y obligatoriedad de ir a firmar en el juzgado periódicamente.