Una lluvia de millones hubiera podido inundar Ripollet, pero al final la imagen que se ha vivido es la de la desolación. La administración número 5 de lotería tenía en venta quince series del 67774, uno de los cuartos premios del sorteo de Navidad, pero no se ha vendido absolutamente ningún décimo. Se hubieran podido repartir 3 millones de euros -200.000 euros por cada serie-, pero la estética del número premiado no ha convencido a ninguno de los clientes de la administración. "A la gente no le gustan los números tan repetitivos. Si lo cogen es como último recurso, pero no es un tipo de número que tenga salida", explica la propietaria de la administración, Sílvia Turmo.

"Teníamos el cuarto premio, con la mala suerte de que se ha devuelto entero". Es la frase que ha ido repitiendo Turmo a periodistas y vecinos que este mediodía pasaban por delante de la administración de lotería con cara de incredulidad. Ninguno de los 150 décimos que estaban en venta han encontrado comprador durante las semanas previas al sorteo.

A diferencia de lo que ocurre habitualmente en los puntos de venta agraciados, no ha habido ni cava ni una alta expectación. Pocos eran los vecinos que se acercaban y la mayoría de medios de comunicación han hecho visitas relámpago en el lugar al ver que la suerte había pasado de largo de este barrio humilde de Ripollet.

Con todo, Turmo no perdía la esperanza de repartir todavía algún otro premio más. En el momento en que se ha conocido que habían tenido en venta el cuarto premio, todavía no había salido ni el primero ni el tercero. "A ver si en un rato vuelven. Todavía podemos dar otro premio", decía la propietaria de la administración.