La aventura de César Román acabó el pasado sábado, cuando la policia lo detuvo en Zaragoza como sospechoso del asesinato de Heidi Paz, su pareja, cuyo torso fue hallado en agosto en una nave industrial del empresario de 44 años. El Rey del Cachopo, como se lo conocía, era un habitual de la escena madrileña de restauración. Desde un pequeño local en el barrio de Embajadores popularizó el plato asturiano y se disponía a convertir el negocio en una franquicia de éxito. Sin embargo, todo no era más que una fachada tras la que se escondía una estafa que fue denunciada por los socios y los proveedores que creyeron en el proyecto.

Román desapareció en julio, quizás ahogado por una deuda que se calcula superior a los 300.000 euros, y a la par también lo hizo la que había sido su última pareja conocida. El torso carbonizado de Paz, de 25 años y nacionalidad hondureña, fue encontrado dentro de una maleta en una nave industrial un mes después. No pudo ser identificado hasta el pasado viernes, cuando las pruebas de ADN confirmaron las sospechas de los investigadores. La víctima trabajaba en uno de los establecimientos del empresario y los dos se veían desde el pasado abril.

Falsa identidad

Los medios de comunicación difundieron las imágenes del presunto autor del crimen y la dueña del restaurante Casa Gerardo creió reconocer en las fotografías al cocinero que había contratado hace algo más de un mes. El Rey del Cachopo había conseguido empleo en este céntrico establecimiento zaragozano bajo una identidad falsa. Román había perdido diez kilos, se había rapado el pelo y dejado la barba larga y se hacía pasar por un chef venezolano llamado Rafael Luján.

La presencia del sospechoso de homicidio no había levantado sospechas en su nuevo puesto de trabajo. A diferencia del personaje que interpretaba en Madrid, Luján era un tipo tranquilo y reservado que no llamaba mucho la atención, explicaba Raquel ante los medios de comunicación. Al reconocer a su flamante cocinero por televisión, la dueña llamó a la policía y un par de agentes entraron en el local para confirmar —no sin dificultades— que se trataba de Román.

Totalmente "inocente"

El hombre fue entonces detenido y la titular del juzgado de instrucción número 8 de Zaragoza decretó su ingreso en la prisión zaragozana de Zuera, donde ha pasado la noche. Según explicó el abogado del empresario, Román asegura que es "total y completamente inocente" de los cargos que se le imputan y que está "muy tranquilo" a la espera del juicio.

Durante el día de hoy se espera que el Rey del Cachopo pase a disposición del juzgado 32 de Madrid, que decretó una orden de busca y captura el viernes al conocer los resultados de las pruebas de ADN practicadas al cadáver de la joven. Román, que ya tiene antecedentes por estafa, lesiones y violencia de género, está imputado por un posible delito de homicidio, con descuartizamiento como agravante.