Las dificultades en el acceso a la educación de niños y adolescentes y la falta de políticas antidiscriminación son dos de los retos a los que se enfrenta España en materia de gestión de la migración, según se desprende del estudio Integración y Segregación de la población migrante en España: ¿realidades paralelas?, en el que la Fundación Alternativas analiza la "politización" de la cuestión migratoria, el surgimiento de movimientos "populistas" de corte xenófobo y la "monopolización" del debate sobre política migratoria por el control de las fronteras externas.

Durante la presentación del informe este martes 25 de febrero, la autora del mismo, Nuria Moreno-Manzanaro, ha matizado que, a pesar de que España ocupa una posición intermedia en el Migrant Integration Policy Index (MIPEX), situándose en el puesto 11 de 38, sigue teniendo un sistema educativo "no inclusivo" con los menores migrantes, cuyo acceso a la educación es más limitado que para los españoles.

Así, ha subrayado que existe un abandono escolar temprano, así como que tres de cada diez menores no llegan a cursar Bachillerato, no estudian nada, no reciben ningún tipo de formación o no trabajan. En este sentido, ha apuntado que este hecho guarda relación con que el riesgo de pobreza infantil en los hogares migrantes sobrepasa el 60%, mientras que en las familias españolas este porcentaje está cerca del 20%.

Por su parte, el director de Laboratorio de la Fundación, Jesús Ruiz-Huerta, ha renocido que existe una diferencia en el acceso a la educación entre los niños procedentes de América Latina y los que llegan de la zona del Magreb, teniendo estos últimos más dificultades en el acceso a la educación que los primeros "por cuestiones de salto de lenguaje".

Para Moreno-Manzanaro, el régimen de gestión de la migración en España es "muy discriminatorio" al dar prioridad a las personas de América Latina por encima del resto de personas migrantes. "Tenemos convenios de doble nacionalidad con América Latina y, en cambio, no ocurre lo mismo con Marruecos, por ejemplo", ha señalado.

El documento revela, además, que España es un país "fuerte" en el avance de procesos administrativos de reunificación familiar y en el acceso a la residencia permanente, así como que los españoles poseen una "actitud positiva" ante la inmigración, a pesar de los cambios políticos "con el del ascenso de un partido abiertamente xenófobo".