La situación es muy complicada en Catalunya con respecto a la sequía. La falta de lluvias desde hace meses está poniendo en alerta a las administraciones competentes, que ya han activado medidas que de momento no afectan a los ciudadanos en el día a día. Este domingo La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha manifestado su preocupación ante la grave situación de sequía que vive el país. El director del ACA, Samuel Reyes, ha explicado en una entrevista al programa Via Lliure de RAC1 que "si no llueve con ganas" esta primavera, se tomarán nuevas restricciones a partir de agosto. "En caso de que no haya lluvia en los próximos cuatro meses, nos podríamos encontrar en una situación de emergencia, el nivel más alto en la lucha contra la sequía," ha explicado Reyes.

Una de las medidas que contempla este plan es la reducción del suministro de agua en algunas poblaciones de las cuencas internas y la reducción de la presión del agua. "Los indicadores marcan que estamos en el mínimo histórico y que no estamos en la media, por lo cual creen que entre en agosto y en septiembre, dependiendo de cómo vayan estos meses de primavera, entraríamos en situación de emergencia en el sistema Ter-Llobregat y habría que tomar medidas", ha explicado el director del ACA. Además, advierte que esta nueva fase de restricciones contempla reducir "unos 30 litros por habitante y día", pasando de los 230 a los 200 litros.

Según ha explicado Reyes, estas restricciones afectarán en todos a los sectores económicos como restaurantes, tiendas, gimnasios u hospitales, así como a todas las actividades cotidianas. También prevén bajar la presión del agua para reducir el consumo a los hogares, una medida que, según Reyes, es más eficiente que los cortes de agua. El director del ACA ha hecho un llamamiento al ahorro y a cumplir con el plan de sequía, ya que "tiene que llover mucho para poder volver a una situación de normalidad".

"Para volver a una normalidad o a un estado de prealerta, hace falta que lo que llueve en un año en Barcelona, que son unos 500 litros por metro cuadrado, lo llueva en un par de meses. Pero si llovieran unos 200 o 300 litros en las cabeceras (de los ríos), podríamos mantenernos", ha señalado Reyes. Esta situación de sequía ha estado presente en muchos países durante los últimos años y ha afectado gravemente a la disponibilidad de agua. Las consecuencias de esta situación, más allá de la evidente falta de agua para el uso ciudadano, son muchas y variadas, como la disminución de los caudales de los ríos, el aumento de la salinidad de las aguas subterráneas y la pérdida de biodiversidad.