Los rescates en la montaña han crecido los últimos 5 años un 92%. Concretamente del 2010 al 2015 la diferencia es del 91'98%. De 387 se ha pasado a 743.

La montaña se ha puesto de moda. Eso, y el hecho de que actualmente es mucho más fácil comprar el equipamiento y que el móvil hace que a la primera que no encontramos el camino para volver a casa marcamos el 112, ha hecho que los bomberos hagan el doble de salidas para rescatar excursionistas. La diferencia entre los rescates en la montaña y los que se hacen a los ríos, las cuevas y en el mar es notoria. Y es que los que se ponen en el agua tienen que tener uno mucho más alto grado de experiencia y preparación.

 

 

¿Por qué cada vez hay más rescates?

La entrada de una llamada de emergencias "cuándo estás haciendo un barranco o un río, acostumbra a ser por un problema técnico" dice Sebastià Masseguer, jefe de la División de Grupos Especiales de los Bomberos de la Generalitat. "Son gente que hacen una actividad con un componente técnico que ya requiere de entrada un nivel para asumir la actividad", añade Joan Borràs, jefe de la unidad del Grupo Actuaciones Especiales (GRAE). "En cambio, el excursionista, puedes encontrar una persona experimentada y conocedor de cómo es la montaña y bien equipado y tienes la otra que no conoze el lugar ni el material ni se sepa orientar ni consulte la previsión meteorológica. Eso acaba generando mucha más masa social y mucha más gente inexperta" en la montaña, concluye Borràs en declaraciones.

Ahora mismo los bomberos a quien más rescatan es a personas que se pierden o bien excursionistas que tienen algún accidente. Sólo este 2016, del mes de enero al mes de abril, se han perdido 98 personas. El doble que el mismo periodo que el año anterior (54 perdidos en el 2015 de enero a abril).

"El tema de modas y corrientes nos lleva a que cada vez haya más gente en la montaña" dice a El Nacional Joan Borràs, jefe de la unidad del Grupo de Actuaciones Especiales de los Bomberos de la Generalitat de Catalunya (GRAE). "Catalunya tiene un territorio muy diverso donde se pueden hacer todo tipo de actividades en la montaña. Desde deporte puro y duro, a actividades relacionadas con la recolección (buscadores de setas), actividades relacionadas con la cinegética (cazadores)... Mil y una historias que hacen que tengamos un abanico muy diverso por el medio". Y eso hace que haya "actuaciones tan diversas como las actividades que hacen ellos".

En todos los casos, sin embargo, la máxima preocupación de los bomberos es que "la respuesta que damos sea el máximo polivalente posible" dice la jefe de los GRAE. "Tenemos que ser conocedores de muchos ambientes de la montaña, tenemos que ser expertos en el análisis de las actuaciones de la gente con el fin de ser el máximo de resolutivos", añade Borràs.

"Catalunya ha sido siempre un país acostumbrado a la montaña" dice Sebastià Masseguer, jefe de la División de los Grupos Especiales. "Ahora mucho más, pero desde hace 50 años que los catalanes vamos a hacer cumbres, subían la estelada. Iba asociado al independentismo. Iba asociado a las entidades y a las federaciones. Y era típico subir una cumbre con la bandera", explica.

Todo el mundo es consciente que "en los últimos años habido un boom", pero también es cierto que "en Catalunya ha llegado más tarde que otros países". El hecho de que haya "más accesibilidad a el medio, a los materiales, hay grandes tiendas donde es fácil adquirir el material, hay mayor oferta. En los valles del Pirineo todo el mundo ofrece turismo rural, turismo de montaña. Los refugios se han agrupado. Eso es mucha oferta y la gente va a disfrutar" concluye Masseguer.

Y el último componente, tanto o más importante: hacer deportes de montaña es barato.

Los rescates en la montaña es una tendencia a la alza pero los rescates técnicos se mantienen. "Se incrementan las búsquedas y los servicios que seguramente con más experiencia las personas hubieran salido por ellas mismas", dice Messeguer. Borràs añade que la mayoría tienen un "perfil poco solvente en la montaña". En este sentido el jefe de la unidad de los GRAE asegura que si el excursionista "tuviera en cuenta los factores fácilmente alcanzables como la formación, experiencia, material... un número importante de los rescates quedarían en anécdotas o no existirían".

Lo que provoca menos trabajo a los Bomberos son las carreras de orientación. "Las actividades de alta especialización hacen que la gente sea muy solvente", dice el jefe de los GRAE. Son personas que entrenan y la organización de las carreras garantiza que las pequeñas incidencias las puedan resolver por sus medios. De hecho, se pide a cada carrera un plan de emergencias.

Para Sebastià Messeguer la preocupación de los bomberos "es hacer una buena tarea, tarea proactiva, dar un mejor servicio y el más rápido posible delante de una petición. Pero también evitar tener que hacerlo. Todavía damos mejor servicio si alguien no ha sufrido ningún accidente ni se ha perdido". Y en eso son básicas las campaña de prevención.

Pero Masseguer ve un techo a este crecimiento: "Yo creo que llegaremos a un número, quizás los 1.500 servicios al año y quedará estabilizado".

La montaña y la crisis

Los buscadores de setas fueron los primeros a multiplicarse en la montaña. Entre los libros, el programas de cocina y "Caçadors de bolets" de TV3, el bosque vio incrementar el número de personas que subían a buscar setas. Y no sólo robellones, sino especies de todo tipo.

La crisis, además, ha hecho aumentar el fenómeno. "Ahora se ha convertido en una actividad económica –dice Masseguer–. Han ido a buscar setas para vender el cesto y ganar dinero y porque el territorio lo ha publicitado". Los restaurantes, los bares, todo el mundo ha encontrado un filón en los duros años de crisis.

Según Borràs, "el propio territorio ha sido una fuente de captación de este tipo de turismo que genera recursos económicos". El fenómeno ha sido bueno para las comarcas de la Catalunya central con más paro y despoblación que el resto.

El móvil

El móvil ha cambiado la manera de perderse y rescatar.

"20 años atrás te perdías y te perdías; tarde o temprano salías" dice Masseguer. El móvil hace que sea más fácil avisar si alguien se pierde o tiene un accidente y agiliza la respuesta. "Antes te rompías una pierna y tenías que bajar solo hasta el refugio", añade el jefe de los grupos especiales de los bomberos.

La tecnología también permite solucionar rescates a distancia. "Muchos servicios se resuelven con la llamada", explica Masseguer. Con la llamada desde el móvil los bomberos pueden identificar la posición, y si la persona que se ha perdido está bien y no ha tenido ningún accidente ni lesión, lo guían desde el teléfono mientras un equipo sale a buscarlo hasta dónde lo están guiando.

6.000 rescates en cinco años

Los últimos cinco años, desde el 2010, los Bomberos han hecho 5.968 rescates a personas que se habían perdido o habían tenido un accidente mientras estaban haciendo una actividad en el medio natural. Las operaciones en la montaña son las más mayoritarias, pero los Bomberos también tienen que rescatar personas con problemas en ríos, barrancos, lagos, mar, cestos y pozos.

El rescate de rescates

El rescate más complicado que recuerdan a los bomberos fue ahora hace un año en la Cueva de Cuberes, en el Pallars Jussà, la que tiene un recorrido más largo de Catalunya. Fue un rescate técnico, ahora hace un año, en junio del 2015. Uno de los espeleólogos que iba en el grupo se cayó de una altura de 6 metros, y lo hizo de pie. La cueva, con espacios muy estrechos, y el estado del espeleólogo, con varias lesiones, hizo que el rescate durara 27 horas. Lo sacaron con una camilla, y dentro mismo de la cueva y le hicieron las primeras curas y lo estabilizaron para poder sacarlo.

Uno de sus compañeros, el que salió para avisar a los bomberos, tardó tres horas en salir de la cueva. Estaban 3 km tierra adentro en el momento que tuvieron el accidente.

Los bomberos entraron en la cueva con sus equipos médicos. Se hizo una evaluación de las lesiones, y cuando la víctima estuvo estabilizada, empezaron a mover la camilla hacia el exterior.

"Fueron muchas horas, muchos equipos trabajando a la vez, para que el tráfico de la camilla fuera lo más eficiente posible", recuerda Joan Borràs. Una vez fuera, un helicóptero trasladó al herido al hospital. ​

 

En el 2015

El año pasado fue cuantos más rescates se hicieron: 1.237. Las comarcas de Girona y Barcelona es donde hay más. En la zona de los Pirineos crecen los rescates de montaña. Los rescates de montaña han crecido progresivamente en los últimos años. Si observamos la diferencia entre 2010 y 2015 vemos que el aumento es de +91,98%. Detrás están las búsquedas de personas perdidas con un 31%. Han pespunteado de manera importante entre 2014 y 2015: de 181 a 383 casos (se multiplican por 2). Las búsquedas y rescates de medio marítimo, ríos, lagos, cestos y pozos, muy juntos, en el 2015 representaban sólo el 8,98% de las búsquedas y rescates en Catalunya.

Las cinco comarcas con más búsquedas y rescates (2015) fueron: Ripollès, Baix Llobregat, Vallès Occidental, Vall d'Aran y Berguedà. Donde ha habido más rescates de montaña y búsquedas de personas que se han perdido (2015) ha sido en las comarcas de Pirineos y el Baix Llobregat (3ª y 4ª comarca del ranking, respectivamente). Donde habido más búsquedas y rescates marítimos (2015) ha sido en las comarcas gerundenses con salida al mar y al Garraf. Las tres comarcas con más búsquedas y rescates fluviales (2015) han sido el Alt Camp, el Baix Llobregat y la Noguera.

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