"¿Cómo estás? ¿Por qué me hiciste eso? ¿Estás arrepentido? ¿Se lo volverás a hacer a otra pareja"? Son algunas de las preguntas que una mujer le hace a un condenado por violencia de género, conectado a un programa de realidad virtual. Él contesta y después coge el avatar de la mujer para escuchar sus respuestas. A grandes rasgos así funciona el programa de realidad virtual, conVRself, del cual se ha hecho una prueba piloto en la prisión de Lledoners para convertirlo en una herramienta más para conseguir la empatía del condenado y que no vuelva a agredir más. Es uno de los nuevos tratamientos que se quieren implantar en las prisiones catalanas y que se ha presentado hoy en las jornadas Agresores de Violencia de género: ¿cerrados o en comunidad?, que se realiza en el Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada (CEJFE), y donde también se analiza la atención a las víctimas.

Actualmente, todas las prisiones catalanas tienen aparatos de realidad virtual para trabajar la empatía del condenado, que se encarna (el llamado embodiment) en el cuerpo de la víctima. La muestra del plan es muy pequeña (8 internos), aunque unos 200 internos han usado la realidad virtual en diferentes tratamientos, según Nicolás Barnes, psicólogo de la Unidad de Programas de Intervención Especializada de la Subdirección General de Programas de Rehabilitación y Sanidad del Departamet de Justícia. Barnés ha adelantado que ahora se elabora un programa de realidad virtual para trabajar la violencia filioparental, "que siempre acostumbran a ser contra madres", en chicos castigados con medidas de Justicia Juvenil.

"Los internos han tenido una respuesta emocional con la realidad virtual; se han sentido el hombre y la mujer", ha asegurado Barnes, que ha admitido que hace falta ajustar el programa y ampliar la muestra para ver su eficacia. Para evidenciar su impacto, el psicólogo ha detallado que dos reclusos de los ocho escogidos no respondían a la conversación virtual y descubrieron que no era un tema técnico: "Se bloquearon, al verlo muy real, ya que habían asesinado a la pareja, las escucharon y se bloquearon", al hablarlo con los especialistas de la prisión. Y por eso también ha precisado que en los análisis hay que vigilar el tipo de delito cometido.

Cambios

El programa de realidad virtual se enmarca en los nuevos programas de tratamientos a condenados por delitos violentos, iniciados en el 2019, después de que una reciente investigación haya constatado que los programas especializados, de violencia de género y delitos violentos tenían poco efecto en los reclusos. En la investigación se destacó, además, que los condenados por violencia de género y considerados de bajo riesgo eran las que más volvían a delinquir y más tarde que la media. En este sentido, Marian Martínez, psicóloga de la Unidad de Intervención Especializada de Servicios Penitenciarios, ha presentado un segundo estudio sobre la eficacia terapéutica de los nuevos programas de intervención en violencia de género, los cuales -ha indicado- en lugar de centrarse en el delito se aborda la situación individual de la persona, como si tiene problemas de alcoholismo o de consumo de drogas.

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Imagen de lo que ve al usuario de la realidad virtual en el programa adaptado en la prisión: CEJFE

Drogas y alcohol

Precisamente, se indica que un 55% de los agresores de género es consumidor habitual de drogas y alcohol, y cerca de un 40%, ha consumido tóxicos en el momento de cometer el delito. Estos son algunos de los resultados de la investigación Evaluación de la eficacia terapéutica de los nuevos programas de violencia de género, elaborada por el CEJFE, que evalúa el tratamiento dentro de la prisión a los condenados por violencia de género.

En la inauguración de la jornada, la consellera de Justicia, Lourdes Ciuró ha calificado la violencia machista como una "lacra que amenaza el 50% de la población" y por eso –ha asegurado– "todo esfuerzo será poco mientras cualquier mujer corra peligro de vivir una situación de violencia machista". La consellera ha remarcado que "la eficacia de un sistema penal también implica situar la reparación del daño y la atención a la víctima entre las prioridades de la respuesta institucional y comunitaria". Ciuró ha resaltado que "la víctima necesita nuestro apoyo" y ha recordado que "de todas las personas que fueron atendidas en las oficinas de atención a la víctima del delito del Departamento de Justicia el año 2021, un 42% lo fueron por violencia de género".