El catalán está cada vez menos presente en las aulas catalanas. Los datos no son nuevos, pero en 2021 ya se alertaba de la grave situación que atraviesa el país, con una caída en picado de su uso. Si quince años antes esta había sido la lengua mayoritaria de los alumnos para relacionarse con sus profesores, el castellano sigue extendiéndose de forma desenfrenada. Datos del Departamento de Educación alertaron de que solo cuatro de cada diez estudiantes se dirigen en catalán al profesorado, mientras que a la hora de hacer actividades de grupo es poco más del 20% el grosor del alumnado que se expresa en esta lengua. Una grave situación que, sin duda, ha seguido intensificándose desde entonces y que no da señales de frenar, a pesar de los intentos desesperados y tardíos de la administración.

Ahora bien, lo más surrealista de esta realidad es que el ostracismo del catalán ha llegado ya hasta su propia asignatura. Profesores de lengua catalana denuncian que a menudo se encuentran con muchas dificultades para dar clase en la lengua pertinente. ElNacional.cat ha hablado con algunos docentes para captar de primera esta preocupante situación.

El catalán, en bajada

Eduard ha sido profesor de catalán desde 1988 en numerosos institutos públicos de la región metropolitana de Barcelona y el Garraf. Con una larga experiencia en el saco, remarca que este problema "no es nuevo de ahora", sino que lo ha vivido de primera mano durante muchos años en municipios como Castelldefels. Anteriormente, el perfil que se obstinaba en utilizar el catalán eran "hijos de la inmigración interna" que tenían el castellano como lengua materna y rechazaban abandonarlo, incluso a clase. Ahora bien, también reconoce que era una realidad más limitada y no tan extendida, como pasa actualmente.

Y es que es durante los últimos años que esta tendencia se ha incrementado. Neus ya tiene 62 años, y se ha movido como profesora de catalán por el Baix Llobregat. Explica que las cosas han cambiado desde los alrededores del 2016. Coincide Eduard, quien explica que la situación actual se ha "agravado" por la llegada de población extranjera, proveniente a menudo de lugares de habla castellana como es la América Latina. Ahora bien, no solo se puede señalar este motivo. Neus lamenta que los catalanohablantes tampoco "ayudan" a acoger a los recién llegados y "no son activistas" de la lengua porque se dirigen a sus compañeros en castellano. "Es como si hubiéramos lanzado la toalla", critica. Y Alba, profesora de catalán a la ESO en un centro de máxima complejidad de Barcelona, subraya que se encuentra a muchos colegas docentes que ya se dirigen a los alumnos directamente en castellano, obviando la vehicularidad del catalán. "Hay una profesora de matemáticas que dice que explica la materia en castellano para que lo entiendan, cosa que no tiene ningún sentido".

A primaria, el uso del catalán está más al orden del día, y todavía se respeta a menudo su prevalencia, mientras que a secundaria "nunca ha habido un control real", según Eduard. Esta realidad, sin embargo, está mutando, y el maestro remarca que este año se ha encontrado por primera vez algún alumno de 1.º de ESO "que dice que nunca les han exigido el catalán oral"; es decir, que se han graduado de primaria "sin hablarlo". En su globalidad, "cada vez hay más alumnos, también nacidos aquí, que no han utilizado nunca el catalán en clase, ni siquiera en clase de catalán," reconoce con pena.

Redacciones e intervenciones, en castellano

Eso comporta una bajada clara del nivel del catalán. No es ninguna sorpresa, para los docentes entrevistados, que los recientes resultados del informe PISA hayan puesto la luz sobre la comprensión lectora, y que otras evaluaciones recojan este retroceso en el nivel de catalán escrito, oral, y leído. "Hay pobreza de léxico y de estructura, y calcos del castellano, hacen muchos errores", explica Neus. Como ejemplo, relata que el otro día en clase se encontró con que "nadie conocía qué quiere decir 'menajes de la casa'". "La lengua se va perdiendo", lamenta. Eduard dice que el catalán que hablan los alumnos "es una traducción literal del castellano", mientras que Alba se encuentra continuamente castellanismos y faltas de ortografía básicas en las redacciones y en los ejercicios orales de la asignatura de catalán.

Pero la situación es todavía más grave porque, más allá de tener un nivel bajo, esta tendencia hacia el olvido se ve reflejada de forma más evidente: hay alumnos que directamente optan por usar el castellano a la asignatura de catalán. "Hoy justo corregía exámenes de ayer y me he encontrado un par que a media redacción pasaban completamente al castellano", describe a Alba. También se lo encuentra Eduard, quien explica que tiene que recordar que "las redacciones son en catalán y la lengua de uso es el catalán", pero igualmente se encuentra redacciones entregadas en castellano. "Dicen que no sabían que se tenía que hacer en catalán". De la misma manera, en las interacciones orales, el docente tiene que insistir en utilizar la lengua de la asignatura. "En una hora de clase puedo repetir ocho, nueve o diez veces que se me hable en catalán, cada día es así", detalla. Neus, por su parte, relata que "hay alumnos que solo te hablan en castellano, aunque sea la materia de catalán."

"Creen que el catalán no es necesario"

Los tres docentes coinciden en que se ven obligados a "justificar mucho" por qué dan clase de lengua catalana en los centros. "Creen que el catalán no es necesario", lamenta Alba, una valoración que confirma Eduard porque dice que los alumnos recién llegados "en el segundo mes ya se dan cuenta de que pueden vivir perfectamente sin saber catalán, porque en la calle nadie lo utiliza y los profesores les hablarán en castellano". Una realidad deplorable en las aulas que los profesores de catalán alertan de que cada vez va a peor sin ninguna solución al horizonte. Y al final, acaban graduándose igualmente. "Si pudierais tener acceso a los resultados de las evaluaciones de 4º de ESO veríais que hay muchos alumnos que acreditan el nivel con el catalán suspendido", avisa con dolor.