Esta mañana se ha conocido oficialmente la noticia del cierre de la planta de Nissan de Barcelona.

Han sido muchas las reacciones, casi todas alegando que es "un error" y un golpe muy fuerte para todos sus trabajadores.

El presidente en el exilio, Carles Puigdemont, también ha dado su opinión. En su perfil de Twitter ha criticado al presidente español, Pedro Sánchez que, a finales de enero, aseguró que "las plantas de Nissan que se encuentran en España no corren ningún riesgo". Estas fueron las palabras de Sánchez después de reunirse con el presidente de Nissan, Jean-Dominique Senard, en Davos.

Le reprocha que en vez de buscar una solución, miró hacia otro lado.

Puigdemont apunta que "el interés que puso, el Gobierno, en combatir el 1 de octubre no lo puso para salvar Nissan".

También ha señalado que el cierre de la planta "es un golpe muy duro para el país entero".

"El cierre de Nissan es un golpe muy duro para miles de familias y negocios, para el país entero. Sánchez creyó que lo resolvía con una conversación en Davos. Y se vanagloriaba. Parece evidente que el interés que puso en combatir el 1 de octubre no lo puso para salvar Nissan"