La historia de la nave quemada del Gorg es la historia de centenares de personas que a lo largo de la última década han buscado un lugar donde cobijarse. El incendio del miércoles, donde murieron al menos 3 personas y 25 más acabaron heridas, ha sacado a la luz un problema que hace años que arrastra Badalona, que arrastran los diferentes gobiernos, y que a la vez era un secreto a voces para la ciudadanía. El fuego, sin embargo, lo ha hecho estallar todo.

Para entender lo que ha pasado hay que hacer una mirada hacia el 2007 cuando la crisis detiene una parte de la actividad económica y con este paro quedan vacías algunas de las naves próximas a la calle Progrés, una calle cuyo nombre rememora el pasado industrial y prolífico de la ciudad. La calle Progrés, Indústria, Conquesta, Unió, una zona que podríamos considerar el primer polígono industrial de la ciudad y que todavía conserva algunos vestigios, y que también es refugio de personas recién llegadas, sin regularizar, sin trabajo y con riesgo de exclusión social. De hecho, a pocos metros de donde fue el incendio, otra nave abandonada es refugio de otro grupo de personas, que, además, estos días han hecho un sitio a las víctimas del incendio.

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En el año 2008 se encuentran los primeros indicios de ocupación en la nave de la calle Guifré. Es el mandato en que el alcalde Jordi Serra toma el relevo a la socialista Maite Arqué, que dimite después de 9 años de alcaldesa para ser senadora en Madrid. Es el primer año de la crisis generada por la burbuja inmobiliaria. La actividad económica cesa con el cierre de algunas empresas y la vivienda quiebra. También los servicios sociales que empiezan a ver los efectos de la crisis en las familias y en la población extranjera.

Pero desde que el Ayuntamiento de Badalona es consciente del problema en el año 2010, han cambiado muchas cosas y el asentamiento del Gorg ha pasado por muchos momentos. No hay una foto fija. Es una película en movimiento que refleja lo que pasa a nivel social, y no sólo en Badalona, sino en todo el ámbito metropolitano.

Durante estos años hay una rotación de ocupantes en la nave. Los números se mueven entre las 60, 80 y 90 personas, hasta llegar a las 150 o 180 que se ha apuntado estos días. Hay un flujo de familias desestructuradas. De familias con menores, también. A lo largo de 13 años la nave es también punto laboral. La chatarra acumulada era una fuente de ingresos para algunas familias. Otros que convivían eran profesionales del top manta. Pero "no ha sido un asentamiento muy complicado. No había delincuencia", explica Oriol Lladó, ahora concejal de ERC, y periodista durante muchos años en El Punt, que lo hacía conocedor de la situación sobre el terreno. "Era un lugar dónde vivir. Sino, por la densidad y características, hubiera sido una bomba".

Un lugar donde vivir también para los que se han tenido que marchar de otros asentamientos similares que se han desalojado en los barrios de Barcelona de Poblenou o Sant Andreu. La nave del Gorg es un punto negro dentro de un problema metropolitano donde todo está interconectado. Dónde no se ha resuelto el problema, sino que se ha trasladado a otra ciudad.

El último año la situación se ha agravado. La Covid-19 ha dejado sin los trabajos precarios a los ocupantes de la nave que iban tirando.

Cinco gobiernos, ningún resultado

El problema es incipiente en el año 2010 cuando gobierna el PSC con CIU. Solo hacía un año que la nave estaba ocupada y en aquel momento se empieza a perfilar una salida digna a sus ocupantes que no llegó a ningún sitio.

La mayoría, de origen subsahariano, eran pescadores del Senegal. Con el puerto recién estrenado, el gobierno con Ferran Falcó de primer teniente de alcalde, proyecta una salida laboral para una parte de los que ya vivían en la nave de la calle Guifré. Pero la propuesta no llega a nada y el año 2011 hay un cambio de gobierno.

En aquellos momento el actual concejal de Junts per Catalunya, David Torrents, era cargo de confianza del gobierno en temas de seguridad. Torrents, mosso de profesión, había participado en el despliegue de los Mossos d'Esquadra en la ciudad y se encargaba de las relaciones con la ciudadanía. Su salto al Ayuntamiento ofrece otra visión de ciertas situaciones y un conocimiento directo del origen de algunos problemas. Torrents vive el inicio del problema como mosso y ahora recuerda que en aquel momento la mayoría de vecinos no se quejaban. Sitúa el inicio de la ocupación en el 2010 y explica que se ha llegado a una "situación degradada", en parte, por los liderazgos que se han ejercido dentro de la nave ocupada. "Liderazgos que distorsionan", dice ahora el concejal de Junts per Catalunya.

Incendio en una nave industrial en Badalona Gemma Liñán

El año 2011 llega a la alcaldía Xavier García Albiol. El PP rompe con la hegemonía socialista de 28 años consecutivos de gobierno. El cambio supone un giro radical en la manera de gestionar. Juan Fernández, el actual primer teniente de alcalde, aterriza en la zona en aquel momento como concejal del distrito. Fernández recuerda que el asentamiento "no presentaba problemas de convivencia y conflictividad" y que hasta al cabo de unos tres años no se empiezan a recibir quejas vecinales.

Fernández coincide con el resto de fuentes que el perfil de los ocupantes va cambiando y que la situación se agrava cuando el tráfico de drogas entra en la nave. De hecho, vecinos próximos a la nave sitúan una vivienda próxima donde se cultivan plantas de marihuana y que una de las personas responsable de la plantación es una mujer que había estado viviendo hace tiempo en la nave y que ejercía la prostitución. Los concejales, sin embargo, no tienen constancia de que hubiera prostitución en la nave.

Una de las quejas del PP es que no se ha podido acceder a la nave. "Entrar te hace evaluar la foto real. Ver qué tipo de vida tienen, los niveles de salubridad, si hay menores...", explica el primer teniente de alcalde. Juan Fernández recuerda que durante los primeros años "se había llegado a entrar" pero que con la llegada de los ocupantes conflictivos se cerraron las puertas.

Investidura Dolors Sabater - EFE

El año 2015 los resultados electorales hacen posible otro cambio de gobierno. Una alianza entre Guanyem, ERC, ICV-EUiA, PSC y CDC tumba a Xavier García Albiol. Dolors Sabater forma gobierno con ERC e ICV-EUiA. Sabater pone en marcha sus políticas y, junto con la Cruz Roja, crea un censo, que llega a las 60 personas. Se identifican a los ocupantes de la nave, y una vez analizada la situación se intenta dar una salida hacia su regularización. El Ayuntamiento también les da acceso al agua. En aquel momento "estaba relativamente controlado", recuerda Oriol Lladó, primer teniente de alcalde del gobierno de Sabater.

Había dos opciones. Se podía desalojar la nave o bien tratar de controlarla y dar una mínima salida digna a sus ocupantes. Fuentes del gobierno de Sabater dicen que dos años después de su entrada en el Ayuntamiento, entre el 2017 y el 2018, el trabajo sobre lo que había que hacer estaba toda estructurado y a punto. Las líneas estratégicas que el gobierno de Guanyem, ERC e ICV-EUiA no pudieron desplegar tenían tres ejes: impulsar la regularización de los ocupantes de la nave y el empadronamiento; gestionar el asenderismo de los refugiados e inmigrantes que no tenían un lugar donde vivir y negociar con el Govern de la Generalitat una adenda para poder trabajar desde servicios sociales.

Àlex Pastor Dolors Sabaté lleno constitucio ayuntamiento badalona - Sergi Alcàzar

Pero en medio del mandato, irrumpe Àlex Pastor. La falta de apoyo en los presupuestos de Sabater fuerzan una moción de confianza y la posterior moción de censura donde el PP de Xavier García Albiol da los votos necesarios para que el PSC recupere la alcaldía perdida 7 años atrás. "Hemos tratado el tema desde la vertiente social y con controles de personas conflictivas", explica Rubén Guijarro, que fue primer teniente de alcalde de Pastor y actualmente es concejal de la oposición. El gobierno de Pastor puso en marcha una triple vía también: La activación de servicios sociales para dar cobertura a las necesidades básicas de los ocupantes; el tratamiento de la vertiente delictiva de algunos de los ocupantes; y activar las herramientas de disciplina urbanística para velar, también, por la seguridad de la zona y el edificio.

Pero Pastor es efímero. El alcalde socialista fuerza su investidura en junio del 2019 para evitar la entrada de García Albiol, que había ganado las elecciones, y el retorno de Dolors Sabater, a quien el mismo PSC había echado del gobierno con la moción de censura. En medio del confinamiento por la Covid-19, la policía detiene a Àlex Pastor conduciendo ebrio y dimite. El descalabro político es importante y después de varios intentos por ponerse de acuerdo y el estancamiento de los socialistas, Xavier García Albiol, es investido alcalde hace 7 meses.

Xavier García Albiol alcalde - EFE

Xavier García Albiol ha sacado pecho estos días por haber sido el único alcalde que ha hecho alguna cosa para combatir la situación. El 19 de octubre pasado envió una carta al juez reclamando poder entrar en la nave. El argumento era la salubridad y la seguridad urbanística. Pero la autorización judicial no ha llegado nunca. "Por las denuncias de los vecinos podían tener constancia de ello pero no conocíamos la realidad", explica el primer teniente de alcalde, Juan Fernández.

"Con la mediación y la caridad no solucionas el problema", dice Juan Fernández. "Soluciona crear políticas de vivienda" y tener herramientas, dice el primer teniente de alcalde que asegura que no han vivido de espaldas al problema. Se han hecho 26 operaciones policiales de controles externos desde junio y en 48 horas, después del incendio, Servicios Sociales han atendido a más de 100 personas. "Se ha hecho todo lo que se ha podido", concluye.

"Ningún gobierno ha hecho nada hasta ahora. Nadie puede sacar pecho de buena gestión", reitera el primer teniente de alcalde.

Reproches

Los últimos días todos los que formaron parte de estos gobiernos han admitido que no se ha resuelto la situación de un problema que se arrastra de hace años, pero todos también se han echado en cara que nadie ha hecho lo suficiente. La inestabilidad política en la ciudad no ha ayudado. Tampoco otro frente con el que todos coinciden: la falta de herramientas.

Dependiendo del partido y del color del gobierno, las herramientas cambian, claro.

Los más progresistas, echaron de menos recursos para el trabajo social. Xavier García Albiol ha echado de menos herramientas para aplicar mano dura en una situación que poco a poco sí que ha ido creado algunos problemas de convivencia.

El foco, sin embargo, está en los dos gobierno más antagónicos: El de Dolors Sabater y Xavier García Albiol. Mientras Dolors Sabater busca aliados entre los vecinos y vecinas con discreción, Xavier García Albiol, que también habla con los vecinos y vecinas, amplifica el problema. Sabater lo ve como un problema social, de dignificación de las personas. García Albiol como un problema de ocupación.

Pero expulsando a 150 ocupantes de la nave, ¿qué hacen todas estas personas? La visión del gobierno de Sabater es que los puedes echar si les das una alternativa.

El problema de la nave se acaba con el incendio. No hay nave. El fuego la ha calcinado completamente y habrá que derribarla. ¿Pero todas las personas que vivían allí dónde irán ahora? Y aquí es cuando volvemos al origen. Cuando el problema se traslada a otro espacio o a otra ciudad.

El portavoz del grupo municipal de ERC en Badalona, Àlex Montornès, cree que se ha "deshumanizado" el problema desde el gobierno municipal. "Nuestra estrategia es ayudar a las personas". Y sobre el trasfondo político remarca que no se quiere "una escalada de reproches", que al fin y al cabo es lo que ha acabado pasando estos días aunque todos los grupos han dicho que ahora no era el momento.

manifestación plaza villa Badalona Black Lives Matter - Mar Acero

Para Montornès es un "tema complejo que se tiene que resolver en el ámbito europeo y catalán" y que hay que tener "una visión global" para salir adelante. Y en el trasfondo del relato, la situación política en Badalona con la mirada puesta en el pasado mes de mayo cuando los partidos de la oposición no se pusieron de acuerdo para gobernar juntos. "Hace falta tejer alianzas que permitan nuevas alianzas. Ningún partido de izquierdas gobernará solo".

"La clase política en pleno tiene que pedir perdón ya que era conocedora de las condiciones en que se malvivía en la nave desde hacía años y ninguna administración puso remedio", dice David Torrents, ahora desde la oposición.

"Quien quiera culpar a las víctimas de un suceso, quien quiera poner en duda a los Servicios Sociales, nos tendrá en contra", dice Rubén Guijarro, poniendo el foco en que hay que analizar el trabajo de los partidos y de cada gobierno para saber qué se ha hecho bien y qué no.

"La culpa no es de ningún gobierno en concreto", concluye Juan Fernández del PP.

Sin culpables ni nadie que asuma errores, sin embargo, es difícil mejorar y encontrar soluciones a un problema que justo ahora empieza en un nuevo nivel tanto o más complicado que el que existía en la nave de la calle Guifré: el futuro del número incierto de personas que malvivían allí.