Con el verano a tocar, y Sant Joan la semana que viene, los Mossos d'Esquadra de todo el país, entre otras cosas, tienen sobre la mesa una carpeta muy complicada, la gestión de las fiestas al aire libre sin autorización, las conocidas como rave. Fiestas fuera de control, sin medidas de seguridad, que se alargan durante días, dónde sus asistentes hace uso de todo tipo de drogas y que, además, generan un peligro añadido en una temporada de incendios que puede ser muy dura por la sequía y por el estado de los bosques de Catalunya.

La última fiesta de este tipo se inició hace dos semanas en Ivars de Noguera (Lleida) y finalmente, después de cinco días de fiesta, los Mossos d'Esquadra intervinieron para poner punto final. No es habitual que este tipo de fiestas, que se ubican en entornos naturales abiertos y, algunas veces, de difícil acceso, acaben con la intervención de la policía, pero en el caso de la Noguera se optó por desalojarla por la presión política y de los sindicatos de los Mossos y también por la actitud violenta que los asistentes en la fiesta mostraron contra la policía. Los Mossos d'Esquadra organizaron un dispositivo con siete equipos del ARRO de Lleida y siete equipos de la Brigada Móvil para entrar en la zona con fuerza y poder identificar a todos los asistentes y poder detener a uno de los autores del ataque contra la policía, que pudo escapar ayudado por un grupo de siete personas que también estaban en la fiesta.

Se detuvo el hombre, un italiano de unos 30 años, y se pudieron imputar también siete personas más por los incidentes con la policía catalana. Sin graves incidentes, los Mossos pudieron desalojar la zona del embalse de Santa Anna, a unos ocho kilómetros del núcleo de Ivars de Noguera.

Mossos abre la puerta a desalojar las raves

¿Pero qué dice el protocolo sobre cómo actuar cuando se detecten este tipo de fiesta en Catalunya? ElNacional.cat ha tenido acceso al documento que el Área Central de Policía Administrativa ha redactado con el fin de actuar de manera homogénea en todo el país cuando se detecte este tipo de fiesta y que hizo llegar el 18 de mayo en la Comisaría Superior Territorial a fin de que fuera trasladada a todas las comisarios del país.

El documento interno de los Mossos d'Esquadra detalla tres fases de intervención cuando no se pueda intervenir de manera directa contra la fiesta y sus organizadores. En primer lugar, se pide levantar una acta administrativa detallando la situación y, si es posible, identificado a la persona o a las personas responsables. Sin embargo, el mismo protocolo ya avisa de que se tendrán que identificar los organizadores si se puede, atendiendo "a los principios básicos de la actuación policial". En esta primera acta los Mossos también piden que los agentes hagan constar si han detectado algún tipo de publicidad sobre la fiesta ilegal.

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Agentes del ARRO y de la Brimo de los Mossos en Ivars de Noguera / ACN

La segunda fase será, según consta en el documento, controlar los accesos a la fiesta para evitar que entren más personas, detallando en actas administrativas si se pueden intervenir vehículos con material a los organizadores. La tercera fase, como en la segunda, pide que los agentes identifiquen a todas las personas que salen de la fiesta con material con el fin de poder relacionarlos con la organización en el ámbito administrativo. Hay que recordar que este tipo de fiesta sin autorización, sin tener en cuenta posibles ataques a la policía o consumos de drogas, solo son incumplimientos administrativos.

El protocolo anti-raves de los Mossos, en su parte final, abren la puerta a dos medidas provisionales inmediatas como, en un primer lugar, la intervención de material relacionados con la fiesta como equipos de música y equipos electrógenos -no se podrá intervenir material si ya se marchan de la fiesta-, con el fin de detener la actividad y evitar que se pueda repetir en otro lugar. Al mismo tiempo, también permite desalojar la fiesta si se pone en peligro, sea en un espacio al aire libre o en un espacio cerrado, "de manera concreta y manifiesta la seguridad de las personas". En caso de que sea un espacio cerrado, incluso, el protocolo prevé precintar el lugar.

Investigación de las fiestas rave

El protocolo, si bien también propone la intervención de material o el desalojo, solo detalla la actuación una vez la fiesta ya está en marcha y con el objetivo de instruir las diligencias con el fin de enviar toda la información al órgano regulador, la Direcció General d'Administració de Seguretat (DGAS). Al mismo tiempo, sin embargo, internamente cada comisaría actúa, con sus agentes especializados de investigación e Información, la prevención para detectar, en los canales habituales, la organización de estas fiestas, que se hacen por Telegram y otras plataformas restringidas.

Evitar que Catalunya sea la capital de la rave

El protocolo de la Policía Administrativa se utiliza para homogeneizar las actuaciones de las patrullas de Seguridad Ciudadana ante este tipo de fiestas, pero en el ámbito global la policía catalana sabe que tiene que combatir este tipo de fiesta pudiendo desarticularlas antes de que se pongan en marcha. El comisario jefe, Eduard Sallent, explicó en una entrevista en Catalunya Radio que el objetivo de los Mossos era evitar que nuestro país se convirtiera en la capital de las rave de Europa, un fenómeno que ya se había detectado. Los últimos meses se han realizado varias fiestas en la zona del Camp de Tarragona -Sarral, la más importante- y de Lleida con personas venidas de muchos países de Europa, sobre todo, los más próximos, Francia e Italia, dos lugares con mucha tradición a estos tipos de fiestas.