Las últimas semanas, y cuando coincide con algún fin de semana largo o algún puente, proliferan las fiestas ilegales en zonas forestales o rurales de Catalunya. Las conocidas como en fiestas rave, organizadas por personas aficionadas a un tipo muy concreto de música y afición al consumo de drogas, parece que hayan encontrado en Catalunya un terreno perfecto donde hacerse fuertes. Los Mossos d'Esquadra, sin embargo, y así lo ha explicado hoy el comisario jefe, Eduard Sallent, en una entrevista en Catalunya Ràdio, no permitirán que nuestro país se convierta en la "capital europea de las fiestas rave".

La policía catalana se esforzará más en la detección de estas fiestas —que es lo que ha fallado en los últimos casos—, si bien, tal como ha explicado Sallent, los organizadores ya saben que están bajo la lupa de las autoridades y cada vez buscan más maneras de evitar ser descubiertos y no revelan la ubicación exacta de la fiesta hasta poco rato antes y solo facilitándola a las personas que están invitadas. Al mismo tiempo, sin embargo, el comisario jefe también ha explicado que este tipo de fiestas son infracciones administrativas y que no suponen ninguna infracción penal, y si bien es consciente de que generan molestias, también se tiene que valorar el coste-beneficio y la proporcionalidad de poder actuar.

Evitar las fiestas antes de que arranquen

La semana pasada se pudo detectar un convoy de vehículos que se dirigían a una fiesta de este tipo y se les pudo interceptar antes del inicio de la rave. Cuando no es así los Mossos activan dispositivos para controlar el perímetro, evitar que entren más vehículos —cortan también la entrada de suministro, para evitar que se convierta en un campamento festivo eterno— y también se hace prevención por la posible salida de coches con conductores que puedan ir bajo los efectos del alcohol o las drogas. Sallent, sin embargo, ha recordado que hay que tener en cuenta la proporcionalidad de estos operativos.

En el caso de la rave de Sarral —a la cual ElNacional.cat pudo acceder— el comisario ha explicado que era el fin de semana de Carnaval y que aquel operativo hizo que algunas de las patrullas que tenían servicios programados en lugares donde se hacían fiestas y había concentraciones de personas se destinaron a la fiesta, un hecho que complicó la seguridad.

Número de fiestas no preocupante

Los Mossos quieren evitar que Catalunya se convierta en la capital europea de las fiestas rave. Hace semanas que estas fiestas han vuelto al orden del día y se ha detectado la llegada de personas de otros rincones de Europa, pero Sallent asegura que la cifra de fiestas detectadas es "ordinario" y comparable con otros puntos de España o de Europa. El comisario jefe, entrevistado por Laura Rosel, también ha manifestado que la preocupación también reside en la afectación que pueden tener estas fiestas en el medio rural, que este verano todavía estará más castigado por culpa de la sequía. En el incendio que se decretó hace dos semanas en la Granja d'Escarp, en Lleida, la policía tuvo que desalojar una fiesta de este tipo que estaba junto al incendio y donde las llamas se les acercaban.