A pesar del ruido de la ofensiva del PSC contra el conseller del Interior de la Generalitat de Catalunya, Joan Ignasi Elena, hoy al Ayuntamiento de Barcelona la máxima autoridad de la capital de Catalunya, Ada Colau, y el mismo Elena han escenificado el buen entendimiento que hay, no únicamente en el ámbito operativo, entre la policía de la ciudad y los Mossos d'Esquadra. Los dos políticos, acompañados del director general de la Policía, Pere Ferrer, del teniente de la alcaldía de Seguridad y Prevención, Albert Batlle y de los jefes de los Mossos en Barcelona, la comisaría Marta Fernández, y el jefe de la Urbana, el intendente mayor, Pedro Velázquez, han firmado un protocolo que permitirá a la policía de la ciudad recoger denuncias en sus dependencias de algunos de los delitos concretos de la violencia machista.

Desde hoy los ciudadanos que necesiten presentar una denuncia por algún presunto delito de violencia machista en el ámbito de la pareja podrán dirigirse a las comisarías de la Guardia Urbana de Barcelona, que si bien no harán investigación ni diligencias de policía científica, sí que podrán hacer la identificación y valoración del riesgo de las denuncias. La alcaldesa Colau ha celebrado la buena relación con Interior y con los Mossos d'Esquadra que se nota en la colaboración y coordinación entre las dos policías, la de la ciudad y la de Catalunya.

Colau también ha dado detalles del Punto de Asistencia Integral (PAI) que se instalará en la comisaría de la Rambla -ahora los agentes de Ciutat Vella son a una nueva comisaría más moderna y que también contará con agentes de los Mossos- y que servirá como un punto de atención a las víctimas como un elemento de apoyo también al protocolo firmado con los Mossos d'Esquadra y que permitirá a la policía de Barcelona recoger denuncias por este tipo de delitos. El conseller Elena, en la misma línea que la alcaldesa, también ha celebrado la colaboración entre las dos policías y que la Guardia Urbana pueda hacer la recepción de las primeras denuncias en el ámbito de la violencia de género, un hecho que, asegura el titular de Interior, aproxima todavía más a la policía a las víctimas, con el objetivo de ir reduciendo la cifra de personas que, si bien son víctimas, por diferentes cosas, no acaban denunciando.

Más allá del protocolo concreto, Elena ha destacado que este convenio demuestra nuestra manera de hacer" de los Mossos, que colaboran con todos los ayuntamientos de Catalunya haciendo valer uno de los propósitos principales de la conselleria, la "proximidad". La alcaldesa y el conseller también han coincidido en valorar positivamente, en una escenificación de la buena relación entre Barcelona e Interior, en el refuerzo de efectivos a escala de Mossos y también de la Guardia Urbana.

Los delitos que instruirá la Guardia Urbana

Concretamente, la Guardia Urbana de Barcelona, en un acuerdo pionero en Catalunya, podrá recoger las denuncias que se enmarquen en el delito de violencia psíquica o física, delito de lesiones, delito de amenazas, delito de coacciones, delito de acoso, delito de injurias y vejaciones leves, delito de descubrimiento y revelación de secretos y el delito de ruptura de condena. Los Mossos, en cambio, se quedan en exclusiva los delitos de homicidio, aborto, detenciones ilegales, matrimonio forzado, delitos contra la libertad e indemnidad sexual o allanamiento de morada.

También serán trasladadas a Mossos cuándo las denuncias en los ámbitos que desde hoy puede asumir la Guardia Urbana de Barcelona necesiten iniciar una investigación compleja o haya que practicar diligencias de policía científica.

"Respuesta policial rápida y eficaz"

La coordinación policial con este protocolo, han explicado desde el Ayuntamiento y desde Interior, tiene el objetivo de proporcionar a las víctimas una respuesta policial rápida y eficaz ante situaciones de riesgo evitando duplicidad de intervenciones entre los dos cuerpos policiales y homogeneizar las actuaciones policiales en la atención y la denuncia de las víctimas que sufren situaciones de violencia machista en el ámbito de la pareja. Además, se facilitará la coordinación con los recursos asistenciales que intervienen en la atención y apoyo de las víctimas. El protocolo marca el procedimiento común y compartido de atención en primera instancia de las posibles víctimas que comparecen en una comisaría u oficina policial, y en la recepción de las denuncias y en el proceso de identificación y valoración del riesgo que pueden presentar estas.