Unas 200 personas se han concentrado este sábado en la plaza Sant Jaume de Barcelona para protestar contra lo que califican de “masacrede jabalíes en Collserola, a raíz de el estallido de la peste porcina. Convocados por Pacma y otras entidades animalistas, los manifestantes han denunciado las batidas autorizadas para frenar la propagación del virus y han exigido alternativas de control “ético” que no impliquen la muerte de los animales. La portavoz de Pacma, Aitziber Sáez, ha tildado de “intolerableque se recurra al exterminio como respuesta sanitaria y ha reivindicado “medidas efectivas y respetuosas”, como la esterilización mediante pienso tratado, el uso de jaulas trampa o la reintroducción de especies depredadoras. “Sabemos que hay soluciones que funcionan y que no implican matar animales salvajes”, ha afirmado. Durante el acto, los asistentes han exhibido pancartas con lemas como “Collserola no es un matadero” y han hecho un llamamiento a escuchar a la comunidad científica que apuesta por una convivencia sostenible con la fauna.

Los animalistas han cargado contra el protagonismo creciente del sector de la caza en la gestión de la crisis sanitaria y han criticado que se presente a los cazadores “como unos héroes”. Según Sáez, el sector cinegético tiene una responsabilidad directa en la situación actual. “Está demostrado científicamente que cuantos más jabalíes se matan, más se reproducen”, ha afirmado. También han denunciado la existencia de “granjas cinegéticas” por todo el Estado que, según dicen, liberan animales al medio con el único objetivo de cazarlos. Sáez ha reclamado que los 10 millones de euros anunciados por el Govern para ayudar al sector porcino afectado por la peste se destinen a transformar un modelo que ha vinculado con la contaminación de acuíferos y el maltrato animal. “Es más fácil matar y contentar a los cazadores”, ha lamentado. Sáez también ha denunciado que la respuesta institucional prioriza la protección de un sector económico en manos de “grandes empresas que ganan mucho dinero explotando animales”.


Pacma ha señalado también como “preocupante” la proximidad del conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, con el mundo de la caza y han puesto como ejemplo que su abuelo presidió la Federació Catalana de Caça, un hecho que, según denuncian, “pone en evidencia un claro conflicto de intereses” a la hora de tomar decisiones sobre la gestión de la crisis provocada por la peste porcina. La concentración, que ha llenado la plaza Sant Jaume con una notable presencia de carteles, pancartas y cánticos a favor de los animales, ha sido impulsada por Pacma y una veintena de organizaciones más, entre las que destacan Free the Animals y Animal Save. Todas ellas han reclamado que se priorice una política pública basada en la protección del bienestar animal y no en los intereses económicos ni del sector cinegético.