La jefa de los Servicios de Gestión de Emergencias de Protecció Civil, Montse Font, ha planteado la posibilidad de aumentar más allá de los 25 metros las franjas de seguridad que, según la normativa, tiene que haber entre las urbanizaciones y las zonas boscosas, para minimizar el riesgo de incendios que calcinen casas. Así lo ha dicho en una entrevista en Catalunya Informació, donde ha defendido que se tiene que "dar esta protección a las viviendas, sobre todo de urbanizaciones." En su intervención, también ha recordado que hay que establecer unos márgenes de seguridad de 15 metros en caminos y 25 en urbanizaciones y ha advertido que, en construcciones hechas en pendientes, "que solo haya 25 metros no acaba de ayudar". "Cuando los incendios son muy virulentos, los 25 metros se los comen rápidamente", ha asegurado, y ha alertado que hay urbanizaciones de que no mantienen estas distancias.

Incendios y zonas boscosas próximas a las urbanizaciones

Todo llega en medio de la ola de calor y unas semanas negras por los incendios en Catalunya. En el marco de estos incidentes y teniendo en cuenta las previsiones de los meteorólogos que indican que todo ello empeorará con la crisis climática, algunos expertos han puesto sobre la mesa los problemas derivados de la proximidad de las urbanizaciones en las zonas boscosas. El subdirector general de Bosques, Enric Vadell, ha puesto sobre la mesa este tema, y ha defendido la importancia de las franjas de seguridad en las urbanizaciones para la "protección de las personas y los bienes", pero también para evitar que un fuego que se origine dentro de una urbanización llegue al bosque. Por otra parte, cree que hay que hacer una reflexión sobre el emplazamiento y la situación en que se encuentran muchas de estas urbanizaciones. Cuestiona que se puedan reconstruir las casas quemadas por un incendio, como es el caso reciente de River Park en el Pont de Vilomara. En una entrevista con la ACN, Vadell cree que hay que abrir el debate sobre "el cual hay que hacer con los terrenos de las casas que se han quemado" y considera que "se tendría que plantear desde el punto de vista del planteamiento urbanístico".

De hecho, el subdirector general de Boscos cuestiona que se pueda volver a construir en terrenos arrasados por el fuego: "Nos tenemos que plantear si es adecuado volver a construir allí donde determinadas casas se han quemado, o bien si con un estudio de vulnerabilidad de los incendios, quizás en algún sitio no se tendría que volver a construir". "Soy consciente de la carga emocional que tiene eso que digo, pero la realidad es esta", asegura. Vadell pone de relieve que en Catalunya hay "un entramado de urbanizaciones hechas durante los años sesenta y setenta, muchas de forma ilegal" que en el momento de construirse no se tuvo en cuenta el riesgo de incendio forestal. "Cuando se construyeron, ni la masa forestal era la actual, que ha aumentado muchísimo, ni nadie hizo ningún estudio para ver dónde se estaban ubicando, ni se tenía en cuenta la vulnerabilidad del bosque", relata. A pesar de esta situación, asegura que desde el punto de vista de riesgo de incendio, estas urbanizaciones "se tienen que proteger sean legales o ilegales". Por eso, cree que las franjas de seguridad son muy importantes y deja claro que "está comprobado que sirven".