La empresa propietaria de la nave incendiada en Badalona admite que no denunció la ocupación, a pesar de tener constancia, "por una cuestión de humanidad y por no empeorar todavía más la situación" de las personas que vivían allí. Con todo, la empresa asegura que no estaba de acuerdo en el hecho de que estuvieran porque "no era un sitio adecuado para vivir".

Ahora, después del incendio, los propietarios aseguran que en caso de haberlo denunciado tampoco se hubiera resuelto nada: "Después de un desalojo seguro que hubieran vuelto a ocupar el inmueble". Según explican en un comunicado, la propiedad quería convertir la antigua nave en un almacén logístico que no se llegó a desarrollar. Primero la crisis y después la covid-19, explican, fueron retrasando el proyecto.

Avisaron en los Mossos

En el comunicado, los propietarios de la nave explican que en el momento de la ocupación se avisó los Mossos d'Esquadra para intentar hacer un desalojo pactado. Ante la negativa de los ocupantes que "habían adquirido la posesión" del inmueble, sin embargo, la única vía era denunciarlo. Esta opción se descartó "después de muchas dudas".

La empresa también reflexiona sobre "el tipo de sociedad" que permite que pasen situaciones como esta: "Estas personas no viven allí porque quieren, sino porque están en situación de vulnerabilidad o desprotección. Y, probablemente, si no hubieran estado en esta nave, habrían ido a otras naves o habrían ocupado viviendas particulares".

La propiedad también admite su parte de responsabilidad por no haber sabido encontrar una solución para el colectivo que ocupaba la nave, pero avisa de que tampoco los servicios sociales del Ayuntamiento lo supieron hacer. "Son las administraciones las que tienen que afrontar un problema real a nuestra sociedad", asegura.

En este sentido, la empresa apunta a dos grandes líneas de actuación: la lucha jurídica contra la ocupación de propiedades privadas y hacer frente al "drama social de la inmigración ilegal".