Una cámara de fototrampeo capta la primera imagen de la temporada de una cría de oso pardo dentro del ámbito del Parque Natural del Alto Pirineo. El equipo de seguimiento del oso pardo en los Pirineos ha confirmado el primer dato de reproducción de la temporada de un ejemplar en la comarca del Pallars Sobirà, dentro del ámbito del Parque Natural del Alto Pirineo. La imagen se captó a mediados de agosto por primera vez este año, una imagen de una cría de este año en la Vall de Cardós. La fotografía muestra el cachorro acompañado de su madre, subiendo uno de los árboles situados cerca de las cámaras, marcados para atraer los animales y facilitar el seguimiento de la población.

Se trata de una zona donde acostumbran a reproducirse las hembras Caramellita y Boavi. Por su parte, en la Val d'Aran, entre finales de junio y el mes de julio, se observó en varias ocasiones una hembra con dos crías en los valles de Varradòs y Toran. En total, contando los nacimientos con que se han registrado a ambos lados de los Pirineos, se calcula que este año han habido en torno a 6 reproducciones con 9 cachorros nuevos, aunque se podrían detectar más en los próximos meses. El año pasado, se registraron en total 10 nuevas crías de 5 hembras diferentes, cifra sólo alcanzada antes los años 2016 y 2017.

Una imagen que confirma las buenas cifras de la pasada primavera cuando creció la población de osos en el Pirineo hasta llegar a los 52 ejemplares, 12 más que en el 2018. Además, el área de distribución de los osos también aumenta en 3.000 km2 más que en 2018, de manera que la especie se extiende ya por una superficie de 10.400 km2, sobre todo a los Pirineos centrales. Hay que señalar, sin embargo, que buena parte de este incremento se debe a un desplazamiento exploratorio puntual que hizo el macho Goiat en primavera del año pasado, durante el cual visitó zonas muy meridionales del Pallars Jussà y la Ribagorça aragonesa alejadas de las zonas habituales. El área de distribución del oso se extiende principalmente por los Pirineos centrales (7.800 km2).

En los Pirineos atlánticos, se han localizado las hembras Sorita y Claverina, y los machos Nere, Cannellito y Rodri, sobre todo en el nordeste de Navarra y la banda francesa. Los ejemplares que se dan por muertos durante el pasado 2019, después de más de dos años sin tener indicios, son 6. Entre estos, la hembra Hvala, detectada por última vez en el 2017; el macho Fifonet, así como los 2 cachorros de Sorita.