El Cap de Govern del Principat de Andorra, Antoni Martí, podría estar relacionado con una trama de corrupción en la cual habría recibido comisiones ilegales por parte de un empresario interesado en obtener la adjudicación del primer casino del país, una vez se ha legalizado el juego.

Según revelaciones de OkDiario, una trama de espionaje de infidelidades habría llegado a destapar la relación entre el empresario catalán Gilbert Montané con el presidente andorrano. La trama tendría el origen en la investigación detectivesca de la relación amorosa de Montané, uno de los propietarios de la constructora Heracles -que optaba a la adjudicación del casino a través de la sociedad JOCS S.A.-, con una joven brasileña.

Mercedes Viñals Ros, pareja de Montané, habría pagado a un abogado para confirmar la infidelidad, pero habría descubierto alguna cosa más, la relación entre Montané y Martí, que según la propia Viñals, se encontraban de forma periódica en el hotel Andorra Park de la capital del principado -que sería el nido de amor del empresario y la brasileña-, donde el constructor aprovecharía para sobornar al jefe del gobierno andorrano con dinero en metálico para obtener la adjudicación del casino. Siempre según el mencionado medio, Montané y Martí se veían discretamente en un reservado, donde el primero daba dinero en metálico al segundo.

Adjudicación del casino a JOCS

El 26 de junio del 2018, en coincidencia con los hechos que relata la investigación, el Consejo Regulador Andorrano del Juego adjudicó la licencia del primer casino a la sociedad JOCS S.A. -participada, entre otros, por la empresa de Montané-, pero justo la semana pasada, el mismo Consejo Regulador del Juego retrocedió y anuló la licencia. En la decisión podrían haber pesado las presiones de los perdedores del concurso -Casinos de Austria, Cirsa, Genting y Partouche- que denunciaron "graves irregularidades" en la adjudicación y llevaron a los tribunales el resultado del concurso.

El Gobierno andorrano lo niega

Contactados por el mismo medio que ha revelado la posible trama de corrupción, el Gobierno andorrano ha desmentido, "categóricamente", que haya habido encuentros turbios entre el presidente y el empresario, además de apuntar que están dispuestos a emprender acciones legales por difundir informaciones que atenten al honor del Cap de Govern.