El Festival Internacional del Circ Ciutat de Figueres (Alt Empordà) hace cinco años que organiza espectáculos circenses para todos los públicos, en esta edición, sin embargo, cuenta con un número de equilibrios en el cual participan gatos que ha despertado polémica entre los animalistas.

El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA) hizo público ayer un comunicado en el cual rechazaban el espectáculo de la rusa Asel Saralaeva por utilizar varios gatos que eran colocados con dos barras en sus axilas para que se desplazaran por ellas.

Después de las acusaciones por parte de los animalistas, que creen que el espectáculo se basa en "el abuso y el castigo", el director del Festival Internacional del Circ de Figueres, Genís Matabosch, ha indicado que es una acusación "muy fuerte y desafortunada". Matabosch ha considerado que el PACMA se basa en prejuicios, ya que sus militantes "no han venido al circo a ver el espectáculo y, además, desconocen totalmente el hábitat de estos animales".

El director del Festival ha hecho referencia a un informe de un veterinario del Colegio de Veterinarios de Girona, que se puede encontrar en el Facebook del Festival, en que testifica que los animales participantes no muestran ningún síntoma de maltrato y que "su actividad diaria no condicionaba en nada su bienestar físico y psíquico".

"Asel Saralaeva, la cuidadora de los gatos y responsable del número, recogió los gatos de las calles de Rusia, donde las condiciones meteorológicas son muy adversas, y les dio una nueva oportunidad y una nueva vida", ha defendido Matabosch.

Robin Townsed

PACMA se basa para sus consideraciones en la modificación de la ley de Protección del Animal que fue aprobada en Catalunya, que prohíbe el uso de animales salvajes en las exhibiciones de circo.

"Creemos que este espectáculo ha aprovechado el apoyo legal de esta ley", han afirmado los animalistas, que piensan que los gatos, aunque son considerados animales domésticos, "se encuentran en un estado muy primario con respecto a otros animales como los perros", ya que "los felinos no se pueden adiestrar con estímulos positivos ni con juegos".

Ante los argumentos del partido animalista, Matabosch ha apuntado que el montaje se basa en una complicidad total entre la adiestradora y los gatos, y en una recompensa, ya que después de realizar los ejercicios los animales son "premiados".

El director del Festival ha afirmado que "siempre trabajamos dentro de la ley, que en este caso considera que los animales domésticos pueden realizar este tipo de actividades", y ha concluido que no dudarán en "llegar a los tribunales por injurias y calumnias, ya que los ataques se producen desde el total desconocimiento tanto de la atracción como de las condiciones de vida de estos animales"