El pistolero de Olot que asesinó a cuatro personas a tiros la mañana del 15 de diciembre del 2010 ha muerto este martes en la prisión. Pere Puig, que estaba enfermo de cáncer, murió en el pabellón hospitalario penitenciario de Terrassa, donde se encontraba cumpliendo condena.
La Audiencia de Girona lo condenó, en diciembre del 2011, a una pena de 60 años por los cuatro asesinatos cometidos en el bar 'La cocina de Anna' de la Canya y en la sucursal de la CAM de Olot. Sin embargo, la misma sentencia fijaba que pasaría un máximo de 25 años entre rejas.
Los cuatro crímenes tuvieron lugar con poco menos de media hora de diferencia. El albañil de la Vall d'en Bas (Breña) fue primero en el bar, donde mató a sus dos jefes –padre e hijo que se dedicaban a la construcción- con su rifle de caza. Después, fue hasta la sucursal situada en la calle Mulleras d'Olot. El asesino entró en la oficina con el rifle en la mano y allí mató a sangre fría a dos de los empleados.