La central nuclear Vandellòs II (Tarragona) ha tenido que parar la actividad este domingo al mediodía porque ha entrado agua de mar en el condensador y se ha descompensado el circuito secundario. Tal como ha informado el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), a las 12:38 h se ha bajado la carga y se ha desacoplado la planta de la red eléctrica. En estos momentos, la central nuclear está por debajo del 5% de potencia porque "se están restaurando las condiciones químicas" del circuito secundario para poder llegar a los valores requeridos. No obstante, la planta se mantiene "estable" con esta potencia mínima.

Cabe decir que fonts de l'Associació Nuclear Ascó-Vandellòs II, A.I.E. afirman que la incidencia no ha provocado ningún tipo de perjuicio para la salud de las personas ni el medio ambiente. Pero todavía no se ha calificado la gravedad del accidente y todavía se está estudiando la situación.

Por otra parte, cabe mencionar que la central nuclear de Vandellòs II ha acabado este viernes la 25.ª recarga de combustible. Es por eso que se ha reconectado este mismo viernes a la red. Pero esta reanudación de la actividad se ha visto interrumpida este domingo por la entrada de agua de mar al condensador.

Así pues, los especialistas de la central han aprovechado la recarga de combustible, que detiene el funcionamiento de la planta, para renovar elementos de la central. Entre los elementos restaurados hay 60 de los 157 elementos del núcleo del reactor, la sustitución de la placa de sección continua de 25 tubos guía y la limpieza del circuito secundario de los generadores de vapor. Los técnicos también han aprovechado la parada para revisar dos de las tres turbinas de baja presión.

La próxima central nuclear que tendrá que detener la actividad para recargar es la de Ascó. La planta de la comarca de la Ribera d'Ebre abordará su 29a recarga de combustible el próximo mes de abril.

La UE califica de verde la energía nuclear y Greenpeace emprende acciones legales

La decisión de la Unión Europea de clasificar la energía nuclear y el gas como energías verdes ha provocado muchas reacciones negativas. Desde el movimiento ecologista consideran que la nueva postura de la UE hacia la energía nuclear es una gran incongruencia. De hecho, la asociación Greenpeace no se ha quedado de brazos cruzados y ha apostado por emprender acciones legales contra la UE. En un comunicado, la organización informa de que ha enviado una solicitud en la Comisión Europea para que esta revise la decisión. Según la ONG, clasificar la nuclear y el gas como energías verdes viola la Ley Europea del Clima y las obligaciones en materia climática acordadas por los estados miembros en el Acuerdo de París el año 2015.

Ahora, la Comisión Europea tiene hasta el mes de febrero para responder a los argumentos de Greenpeace y decidir hacer marcha atrás. En caso de que el ejecutivo mantenga la decisión, la organización asegura que elevará el caso el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).