El papa Francisco ha convocado toda la Conferencia Episcopal Española (CEE) a una reunión en el Vaticano el próximo 28 de noviembre. Se trata de una decisión repentina y, en principio, el encuentro serviría para tratar la inspección realizada por dos obispos enviados desde Roma a visitar los seminarios de España, según informa El País. La misma investigación iniciada hace un año por órdenes del PP ya fue insólita, y así lo es la rápida convocatoria, la cual tiene lugar pocos días después de que el informe sobre abusos sexuales en la Iglesia hecho por el Defensor del Pueblo saliera a la luz.

Uno de los aspectos más sorprendente de la convocatoria son el hecho de que se dirija a toda la Conferencia Episcopal, la cual está formada por casi 80 obispos en activo. Una convocatoria de este tipo tiene un precedente con los obispos chilenos el año 2018. Después de la reunión de toda la cúpula chilena, esta dimitió en bloque. ¿El motivo? Los escándalos de abusos sexuales y el encubrimiento a gran escala de este.

El informe del Defensor del Pueblo

La encuesta afirma que el 1,6% de la población española ha sufrido abusos en el ámbito religioso. Muchos medios han extrapolado el porcentaje, cosa que el informe no hace, y han cifrado a las víctimas en más de 440.000. Los datos parten de una encuesta que el órgano dirigido por Ángel Gabilondo encargó a la empresa demoscópica GAD3, que se ha elaborado en una muestra de 8.013 personas. El informe lamenta que la respuesta de la Iglesia "ha sido caracterizada durante mucho tiempo por la negación o minimización del problema".

La respuesta de la CEE

Los obispos españoles se reunieron para valorar el informe sobre abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia y afirmaron que "la extrapolación" de los datos de la encuesta "no corresponde a la verdad ni representa el conjunto de sacerdotes y religiosos". La Asamblea Extraordinaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) consideraron que la "lacra" de los abusos sexuales se da "mayoritariamente" fuera de la Iglesia. También destacaron aspectos positivos del informe, por ejemplo, celebraron que este sitúe "en el centro" a las víctimas y se unieron a la petición del Defensor del Pueblo que "urge" el Estado "asumir su responsabilidad en la tarea conjunta de poner fin a esta lacra que afecta a toda la sociedad".

En la misma línea se posicionó el presidente de la CEE, Joan Josep Omella, quien estuvo más contundente al rechazar las cifras del informe. "Nos duele el tema de los abusos, pero no creemos en esta extrapolación. Si fuera así, estaríamos todos metidos, Ustedes y yo," reprochó Omella. Aparte, remarcó que piden "perdón" a las víctimas por el "daño causado por parte de algunos miembros de la Iglesia a lo largo de la historia y sobre todo de los últimos años".