"Estamos caminando, pero hay dos mil casos acumulados y nos queda mucho trabajo". Esta ha sido la confesión que ha hecho el Papa Francisco sobre los casos de curas pederastas que afectan la Iglesia católica. Ha lamentado que el Vaticano no cuenta con el personal suficiente para poder agilizar los procesos.

En la rueda de prensa que ha hecho durante el vuelo de vuelta de su viaje al santuario portugués de Fátima, ha explicado que se está valorando la creación de unos "tribunales continentales" para agilizar las decisiones. Estos tribunales se instalarían en varias ciudades de cada continente para ocuparse de los correspondientes casos de la zona.

Los protocolos que hay que enviar a cada diócesis son complejos y la falta de personal es otro palo en la rueda. Así, el Papa ha asegurado que "hay poca gente, se necesita más gente capaz de hacer eso y se han admitido dos o tres personas más". Además, hay curas a los que se les retira del sacerdocio que acaban presentando un recurso y eso todavía alarga más los plazos.

En otro orden de cosas, el Papa Francisco también ha hecho referencia a la salida de Marie Collins de la Comisión para la Protección de Menores, que ella misma impulsó. Collins, que había sufrido abusos de infancia por parte de un sacerdote, decidió abandonar la comisión acusando a la Congregación para la Doctrina de la Fe de "poner obstáculos" a sus gestiones. Sobre la irlandesa, Su Santidad ha dicho que "es una buena mujer y, en parte, tiene razón".