Los peritos han concluido que la estructura del Palau de la Música, conformada por tres entidades (Asociación Orfeó Català, el Consorcio del Palau y la Fundación Privada Orfeó Català), facilitó el espolio por parte de lo que era su presidente, Fèlix Millet, y de su número dos, Jordi Montull.

"¿Cómo es posible que durante todos estos años no se sospechara nada?", ha preguntado el fiscal anticorrupción Emilio Sánchez Ulled a los peritos en la sesión del juicio del caso Palau de este martes.

Han explicado que eran tres personas jurídicas con contabilidades diferentes: "El defecto es que la cúpula era la misma, Millet y Montull, pero los auditores de cada una no podían acceder a las contabilidades de las otras entidades, y se encontraban con los pagos justificados con documentos sin detectar que eran falsos".

De estas tres entidades, dos eran privadas, la Asociación y la Fundación, y una pública, el Consorcio, que al principio estaba controlado por la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Diputación, pero desde el 2002, en el puesto de la institución provincial entró a formar parte el Instituto Nacional del Artes Escénicas y de la Música (Inaem), del Ministerio de Cultura.

Como ejemplo de los movimientos entre las tres entidades para camuflar las irregularidades, los peritos han explicado que, para justificar una subvención de un millón de euros del Ministerio de Cultura al Consorcio, aparentaron una compra inmobiliaria del Consorcio a la Fundación al no tener activos suficientes.