El PACMA ha trasladado a la fiscalía el caso del perro muerto a tiros por un policía local el viernes pasado en Calafell. El partido animalista denuncia que el agente abatió el animal debido a la "grave estigmatización" que hay hacia los animales tipificados como potencialmente peligrosos, y considera "preocupante" que el policía "no hiciera ningún esfuerzo" para contactar con el servicio de recogida de animales si la bestia le causaba problemas.

El PACMA afirma que "no hay pruebas de que peligrara la vida de los agentes" y pide que la fiscalía determine si se cometió algún delito con el tiroteo. La formación reclama aclarar responsabilidades del policía que disparó contra el perro y también del Ayuntamiento, al que considera corresponsable de los hechos.

En la denuncia, el PACMA pide que se tome declaración a los testimonios de los hechos, que se recuperen las imágenes de las cámaras de seguridad de las casas próximas al tiroteo y que se analice la autopsia y el impacto de las tres balas.