Este 2019 es el último año en que los vehículos más contaminantes podrán circular por Barcelona. A partir del 2020 las restricciones que ahora se aplican sólo en episodios de contaminación pasarán a ser permanentes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ve con buenos ojos el veto en los coches más contaminantes en Barcelona. Así lo señala en una entrevista en la ACN Nathalie Roebber, coordinadora de calidad del aire y salud urbana de la OMS, que apunta que el tráfico es uno de los contribuyentes "clave" en ensuciar el aire. Según la experta, abordar la contaminación es abordar la salud de los ciudadanos y es por eso que considera que el papel de los ayuntamientos es "muy importante". Decisiones como la planificación urbana o la introducción de nuevas tasas pueden tener un impacto, explica, y por eso habla de los alcaldes y las alcaldesas como "pequeños ministros de salud".

"En las ciudades lo que es importante es tener claro cuáles son las principales fuentes para encontrar las intervenciones apropiadas pero por descontado el tráfico es un factor clave", añade. En este sentido, Roebber dice que las medidas tienen que escogerse en relación al contexto "local" de cada municipio, por ejemplo, fijándose en aspectos como, por ejemplo, cómo está construida la ciudad o cuál es el nivel de población. Por lo tanto, concluye, no hay una única medida que sea la buena sino que la solución es una combinación de medidas adaptadas en la ciudad.

Así, ve con buenos ojos ideas como el peaje de congestión --en el cual Generalitat, CON y Ayuntamiento de Barcelona han abierto la puerta recientemente-- para que los vehículos que quieran acceder al centro de la ciudad tengan que pagar una tasa pero dice que hay diversas como incentivar el uso de la bicicleta. "Son medidas que tienen que ser implementadas de forma conjunta", insiste.

"El mensaje es que si abordas la contaminación del aire lo que estás haciendo abordar la salud, por lo tanto, aumentas el bienestar de la población y muchas otras cosas que van de la mano", explica. Como modelo de referencia cita el ejemplo de los países nórdicos, que han montado infraestructuras por facilidad la circulación en bicicleta así como los espacios peatonales, incentivando el cambio del coche por la actividad física. "Así, por una parte reduces el uso de los coches y por lo tanto reduces la contaminación y, al mismo tiempo, con el incremento de la actividad física reduces la obesidad y la prevalencia de otras enfermedades no transmisibles", concluye.

¿Cómo afecta a la contaminación a la salud?

La experta de la OMS afirma que el 23% de la carga de enfermedades es a causa de factores de riesgo medioambientales y sitúa la calidad del aire como uno de los mayores "determinantes" ambientales para la salud, en particular en las zonas urbanas. La organización estima que la contaminación ambiental está asociada a enfermedades cardiovasculares y respiratorias y cáncer a raíz de la exposición a partículas del aire. Se calcula que la contaminación del aire causa más de 4 millones de muertes prematuras el año por todo el mundo.

En Barcelona, la fuente principal de contaminación atmosférica es el tráfico motorizado, según la Agencia de Salud Pública de la ciudad. El informe de calidad del aire del 2017 muestra que se siguen superando los niveles de referencia de la OMS para los contaminantes NO2, PM10, PM2,5, benceno, ozono y benzo(a)pireno.