Efectivos policiales franceses han provocado la pérdida de la visión de un ojo, a un joven que se manifestaba el jueves por la tarde contra la ley laboral que prepara el gobierno de Manuel Valls, en Rennes (Bretaña). La manifestación acabó con graves disturbios y una fuerte carga policial.

En Francia, igual que en Catalunya, la policía dispone de proyectiles de foam, los denominados LBD40, que han sustituido las pelotas de goma. A pesar de la lesibidad de la bola que sale de las armas de precisión, las lesiones no son tan graves como las de pelota de goma. El chico herido ha podido salvar físicamente el ojo, aunque ha quedado ciego. La diferencia con las pelotas de goma es que el impacto de éstas llega con mucha más fuerza y velocidad, cosa que provoca la explosión ocular y la pérdida material del ojo al instante.

Según el diario Libération, en las cargas policiales para impedir que los manifestantes llegaran hasta el centro de la ciudad de Rennes, un joven de 20 años, estudiante de geografía de la Universidad de Rennes2, resultó gravemente herido en un ojo por un proyectil. La fiscalía ha abierto una investigación para determinar la causa de la lesión. Se ha ordenado un informe pericial para concretar la gravedad de la lesión en el ojo y el impacto en la visión, y ha concluido que será un daño permanente. La Prefectura ha reconocido que la policía utilizó durante la manifestación lanzadores de pelotas de defensa 40 (LBD40).

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Pelota y foam: la diferencia

El herido de proyectil de foam en Francia tiene lugar la misma semana que el caso Quintana ha quedado visto para sentencia. Justamente, durante todo el juicio, la estrategia de la defensa ha sido intentar demostrar que un proyectil de estas características también puede vaciar un ojo y, exculpar así, al mosso acusado, que no llevaba el arma que dispara este tipo de munición.

Los forenses lo dejaron muy claro en el juicio: el impacto de una pelota de goma no es comparable a la de un proyectil de foam, porque aparte del tamaño de la bola, se tiene que tener en cuenta la velocidad, la masa y la distancia. Según los forenses, un proyectil de foam no provoca, tampoco, las lesiones en la cara que hace una pelota. Quintana tenía tres paredes del globo ocular afectadas, la nariz desviada y la mejilla hundida. Y, la más grave, una explosión del globo ocular por la presión que ejerce la pelota de goma que impacta con la cuenca del ojo. 

Los forenses fueron así de claros para explicar la diferencia entre los impactos y lesiones de un proyectil de foam y los de una pelota de goma: "Lo más compatible con lo que haya producido esta lesión es una pelota de goma. Es más lesiva, la otra tiene una base que es de plástico. Se tira al suelo y no rebota. En cambio la pelota de goma la coges, la tiras y hace un rebote tremendo que tiene una velocidad de 720 kilómetros por hora". A su entender, la velocidad que coge es la causa de la gravedad de las lesiones que produce: "El proyectil no produciría lesiones tan fuertes como las de la pelota de goma. Estas lesiones que hacen un desplazamiento de la cara no puede ser foam".

Las lesiones conocidas hoy del herido por la policía francesa corroborarían la tesis de los forenses, que también admitieron no haber tenido que tratar a ningún herido en la cara por un proyectil de foam. Y es que si fuera así, se estarían vulnerando los protocolos policiales, porque no se puede golpear, ni disparar ni apuntar a nadie por encima de la cintura.