Nuria Ester Escalante es la mujer que desapareció en Ibiza el pasado 31 de octubre sin dejar rastro. Llevaba en la isla desde mediados de octubre, cuando esta mujer de 52 años dejó Alacant para buscar empleo. Uno de sus hijos fue quien dio la voz de alarma tras perder completamente el contacto telefónico con su madre.

Las primeras indagaciones de la policía apuntaban a una desaparición voluntaria de la mujer. Sin embargo, el hallazgo de parte de su equipaje en una casa ocupada en Sant Antoni, donde habría pasado la noche acompañada de al menos otro ocupante, ha llevado a los agentes a detener a cinco hombres sospechosos de estar implicados en la desaparición de Escalante.

Los arrestados, después de prestar declaración y pasar a disposición judicial, entraron el miércoles en prisión provisional comunicada sin fianza a la espera de que se celebre el juicio. Según apunta el Periódico de Ibiza, dos de los detenidos ―de nacionalidad italiana y uruguaya― habrían compartido alojamiento con la desaparecida en Can March, un viejo taller abandonado en uno de los límites de Sant Antoni, conocido por dar cobijo a una decena de okupas. Los otros dos hombres presuntamente implicados son dos hombres de nacionalidad argentina y polaca.

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Restos de sangre

Escalante habría convivido unos días en la habitación que el ciudadano italiano detenido ocupaba en Can March, a recomendación del hombre uruguayo arrestado. Los agentes ―según explica Última Hora― habrían encontrado restos de sangre en la habitación donde supuestamente vivió la mujer.

La policía ha registrado a lo largo de la semana varias zonas de Sant Antoni, como casas abandonadas y pozos, y la Guardia Civil ha informado recientemente a Europa Press que las investigaciones se centran en el entorno de la mujer en la isla. Escalante ya había trabajado anteriormente durante alguna temporada en Eivissa acompañada de alguno de sus hijos.