El coronavirus ha cambiado las rutinas de la ciudadanía. La agencia BBDO&Proximity y Sumar han publicado un estudio que lo recoge, 'Rituales después de un año de pandemia'. El informe determina que algunos de los rituales que teníamos se han ido adaptando desde el inicio del estado de alarma. No comemos igual, no cuidamos de nuestro aspecto como antes, ni conservamos las mismas pautas a final de día.

Chándal y naturalidad

Ahora, ya no empezamos el día de la misma manera. Los más jóvenes (25-34 años) son los que más han alterado sus hábitos cuando se levantan. Eso le ha pasado al 23,9% de los entrevistados, en comparación con otras franjas de edad mayores en las que este hábito casi no se ha alterado. Así, la ducha se mantiene para la gran mayoría (94,6%), y, no obstante, ir a trabajar o estudiar es una rutina matutina en que un 29,1% afirma haber experimentado cambios. Según el estudio, el teletrabajo se ha disparado, hasta el 37% de casos de teletrabajo total o parcial.

La falta de encuentros sociales ha llevado a una relajación de los códigos de vestimenta. De acuerdo con los datos, el 26,9% ahora se preocupa menos por la ropa que lleva puesta y un 18,6% le da menos importancia que antes a su apariencia física. Además, el 30,6% afirma preocuparse menos por sus rutinas de cuidado físico.

Comemos mejor

Todo lo contrario de lo que pasa con la alimentación. Los hábitos a la hora de alimentarnos también han cambiado. Según el informe, un 41,4% de los encuestados declara que ahora realiza sus comidas en casa y son con platos más elaborados y más sanos. A su vez, son las mujeres las que dedican más tiempo a la hora de la comida que los hombres, con un 15,5% enfrente de un 8,2%, respectivamente. No obstante, un 47% de los encuestados añora el contacto personal directo con familiares y amigos en el momento de la sobremesa.

Estas horas después de la jornada laboral o académica que antes dedicábamos a socializar, quedar con amigos y tomar unas cervezas, ha cambiado mucho después de un año de pandemia. Un 61% echa de menos reunirse con su familia y amigos al acabar sus obligaciones. Eso ha provocado que este espacio social se haya transformado al pasar más tiempo en el sofá, como reconocen el 33% de los entrevistados.

Ver la televisión, series o películas se ha convertido, más que nunca, en la forma de ocio preferida para un 36,6% de los españoles. Un 24% ha aumentado su tiempo de uso a las redes sociales y se detecta también que el móvil traspasa la puerta de la habitación, ya que nos lo llevamos más veces a la cama. No obstante, hay que destacar que también leemos más y escuchamos más música de lo que lo hacíamos antes, especialmente las mujeres y los mayores de 55 años. La suma de todo eso ha provocado que una parte importante declare que duerme peor que antes, el 35,7% de las mujeres y el 22% de los hombres.

Fotografía principal: imagen de recurso para ilustrar el hábito de estar en el sofá