Tres piscinas municipales de la Catalunya Central han tenido que cerrar este viernes, normalmente hasta esta mañana del sábado, por episodios de contaminación fecal. Los hechos coinciden con la propagación de un reto viral que consiste en defecar en las piscinas públicas, un fenómeno que empezó a circular el año 2018 y que se repite cada verano, siete años más tarde. Solo durante la campaña estival de este año, ya se habrían detectado unas 300 piscinas afectadas por la misma casuística en odo el Estado español.

En Berga, el Ayuntamiento anunció el cierre de la piscina grande del complejo de piscinas municipales de la zona deportiva Toni Sabata durante el mediodía del viernes por un "incidente fortuito de contaminación fecal" causado por un niño. El consistorio bergadán activó el protocolo sanitario correspondiente para garantizar la salubridad del agua, lo cual obligó a cerrar la piscina. El Ayuntamiento ha anunciado que este sábado ya estaría abierta, junto con el resto de las instalaciones de baño del complejo, que tuvo que reducir el aforo hasta las 400 personas durante la tarde de ayer a causa del episodio.

Por otra parte, en Sant Joan de Vilatorrada, en el Bages, según explicó una usuaria al diario Regió7, la piscina grande tuvo que cerrar al público hacia las cuatro de la tarde del viernes también por un caso de contaminación fecal. La piscina mediana del complejo municipal de la localidad también se vio afectada por el cierre dos horas más tarde.

Por último, en Bellver de Cerdanya, el Ayuntamiento también tuvo que suspender el baño en la piscina municipal después de una afectación en el agua producida por "la actuación incívica de una persona", según informó el consistorio. Después de llevar a cabo las tareas de desinfección pertinentes, la piscina ha abierto este sábado con normalidad.

Se desconoce si los tres casos tienen relación directa con el reto viral o si se trata de actos accidentales. Según recogen algunos medios, el reto se habría extendido entre jóvenes de 12 y 16 años, y aunque no se han detectado vídeos que lo demuestren de primera mano, hay publicaciones que hablan.

¿Cómo se descontamina una piscina?

Cuando se produce un incidente de contaminación fecal, los protocolos sanitarios obligan a realizar una serie de pasos para asegurar que el agua es segura por el baño. En primer lugar, se tiene que restringir el acceso a la piscina para poder retirar los restos sólidos con las herramientas necesarias. Seguidamente, se añade al agua una cantidad elevada de cloro con el fin de eliminar cualquier bacteria y patógenos que los restos fecales hubieran podido dejar en la instalación.

Este proceso puede durar varias horas o días, dependiendo de la dimensión del vaso y de la calidad del agua. Una vez hecha la desinfección, se hacen análisis microbiológicos para comprobar que los niveles de bacterias y otros elementos cumplan la normativa sanitaria. Solo cuando se validan estos resultados, se puede autorizar la reapertura en el baño.