Este viernes entra en vigor la nueva ley digital de la Unión Europea, conocida como DSA por las siglas en inglés (Digital Services Act). Es una normativa que exige más control y fiscalización en las grandes plataformas, hecho que ha generado resisten por parte de estas. La ley va acompañada de un sistema de sanciones que contempla en particular multas equivalentes al 6% de la facturación, se aplican desde este vienes.

Este es uno de los mensajes principales del comisario europeo del Mercado Interior, Thierry Breton, que en una entrevista en la emisora France Info subrayó que "desde hoy se aplica toda la ley, también las sanciones." En un principio afecta a 19 grandes plataformas. Las primeras a someterse a la nueva normativa son las grandes plataformas con más de 45 millones de usuarios mensuales, como Tiktok, Twitter, Google, Facebook, Snapchat o YouTube, y a partir del 17 de febrero de 2024 también el resto de los sitios internet menores.

Breton ha recordado que una de las obligaciones es que todas tendrán que presentar "un botón de acceso" para que los internautas puedan comunicar lo que consideren que son violaciones de la legislación, como declaraciones de odio o de apología del terrorismo.

Adaptaciones por parte de las grandes tecnológicas

Las plataformas han tenido que poner en marcha equipos de moderación para supervisar los contenidos que cuelgan a sus usuarios y Meta (Facebook, WhatsApp, Instagram) ha anunciado que ha contratado a más de 1.000 personas, una cifra que el comisario ha considerado "muy significativa", aunque puntualizó que para ver si habrá bastante habrá que remitirse a los resultados de su intervención.

Sin embargo, plataformas como Twitter, bajo las riendas de Elon Musk, han estado más reticentes con la moderación de contenido. Hay que recordar que Musk se presenta a sí mismo como el gran defensor de la libertad de expresión en su nueva plataforma, donde, sin embargo, ha prohibido algunos términos como cisgénero para considerarlos ofensivos. En cambio, ha presentado reticencias con la moderación del discurso de odio a su plataforma. A pesar de todo, Twitter acatará la nueva normativa, como avisó el mismo Musk en el mes de junio.