El conseller de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, se ha mostrado contundente este sábado ante la última avería en la red ferroviaria que ha afectado principalmente al Camp de Tarragona y Terres de l'Ebre, concretamente a las líneas R2 sur de Rodalies y las regionales R13, R14, R15 y R16, además de los trenes del corredor mediterráneo. En declaraciones en Catalunya Informació, Rull ha remarcado la antigüedad del convoy averiado y ha pedido al gobierno español el traspaso a la Generalitat de vías de trenes, catenarias y estaciones ante de la inoperatividad de la gestora Adif.

Un tren regional de Renfe procedente de la estación de Francia de Barcelona en dirección a l'Aldea se ha averiado poco después de las once de la mañana y ha quedado parado entre la estación de Calafell y Sant Vicenç de Calders. Unos 900 pasajeros han quedado afectados por la incidencia, así como la circulación de convoyes en las líneas R2 sur de Rodalies y las regionales R13, R14, R15 y R16, además de los trenes del corredor mediterráneo. Se han acumulado retrasos de 45 minutos por el hecho de que los convoyes del tramo afectado sólo podían circular por una sola vía.

"Estamos hartos de dar las culpas a Madrid. Lo que queremos es no ser rehenes de los errores de los otros", ha señalado el conseller, quien ha anunciado, además, que después de agotar las vías de la negociación y de la reivindicación, ahora se abrirá la "vía jurídica". Eso se traduce en un frente común de Govern y ayuntamientos para llevar Adif a la Audiencia Nacional a través de un contencioso administrativo. Sobre la avería de este domingo, Rull encuentra "lógico" que "la gente esté tan enfadada".

En su cuenta Twitter, primero, y en declaraciones en Catalunya Informació, poco después, el conseller Rull ha señalado que el tren averiado es de la serie 470, el cual, a pesar de estar reformado, fue construido entre los años 1975 y 1985. "Es de los más antiguos; no son unidades propias para hacer viajes largos como este", ha señalado, poniendo como ejemplo los trenes Euromed como más adecuados para hacer el trayecto. "Un corredor tan frágil y sensible como este se tiene que poder operar con el mejor material. Es lógico que la gente esté muy enfadada, porque eso ya forma parte de una rutina impropia", ha añadido.

Negociación agotada

Josep Rull también ha subrayado que la vía de la negociación, primero, y de la reivindicación, después, con Madrid está agotada. "De cada 100 euros que Adif prometió invertir, sólo ha ejecutado el 26%", ha señalado, añadiendo que eso es un hecho "escandaloso" y que motiva que lo más adecuado sería que la gestión de las infraestructuras ferroviarias pasara a la Generalitat. "Estamos hartos de dar las culpas a Madrid. Lo que queremos es no ser rehenes de los errores de los otros", ha indicado.

Sobre las conversaciones con Fomento en un marco en que el gobierno español todavía está en funciones, Rull ha recordado que en estos momentos este ministerio no tiene titular por la reciente designación de Ana Pastor como presidenta del Congreso. La responsabilidad la asume de forma interina el también ministro de Justicia, Rafael Català, a quien el conseller dirigió una primera carta poniéndose a su disposición, que no recibió respuesta. Rull ha explicado que se dirigió una segunda carta más "contundente" que en que se pedía que se instara Adif a hacer las inversiones a que se comprometió. Una carta que, según asegura Rull, "tampoco ha tenido ningún tipo de respuesta". "En el otro lado no hay nadie que descuelgue el teléfono y los problemas se van sucediendo en Catalunya (...) y tenemos un Govern que sabe lo que se tiene que hacer, pero no tiene las herramientas", ha comentado.

Por eso, anima formar un "frente común" de administraciones, ayuntamientos o sociedad civil porque "queremos gestionar nuestras propias infraestructuras, estamos en condiciones de hacerlo mejor, y lo queremos hacer mejor", ha concluido.

Puigdemont: "Nos tomaran el pelo hasta que no se lo permitamos más"

Por su parte, el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, se ha mostrado preocupado también por la situación con los trenes, asegurando que "nos tomaran el pelo hasta que no se lo permitamos más". A través de su cuenta de Twitter el president ha asegurado que le "preocupa el 'compadreo' de Adif i Renfe" porqué "perjudica a los catalanes".