No salir a la montaña si hay una previsión meteorológica desfavorable, vestir ropa de colores vivos o reflectante, llevar buen calzado, ropa de abrigar, comida y agua son las normas básicas que la Generalitat ha recordado a los buscadores de setas.
Algo que parece una obviedad, pero que si se olvida, lleva a situaciones de riesgo en la montaña y rescates, que durante esta temporada de otoño ya llegan a la cuarentena.
Ripollès y Berguedà
Actuaciones que iban dirigidas a personas que se habían perdido o que habían sufrido algún accidente en la montaña, sobre todo en las comarcas del Berguedà y el Ripollès, las zonas más frecuentadas por los buscadores de setas.
El año pasado ya hubo un aumento preocupado de los rescates a buscadores de setas, cuando las excursiones a la montaña se convirtieron en una buena alternativa a los viajes, muy complicados en el contexto de restricciones sanitarias del momento. De hecho, al principio del otoño de 2020, casi se duplicaban las cifras de rescates a buscadores de setas.
Cuestiones técnicas
Han sido estas alertas las que han obligado a la Generalitat a recordar estas medidas "básicas". Los Bomberos también han recomendado avisar a otras personas e indicarles en qué zona se privará, además de cuestiones técnicas, como tener en cuenta de la forma física de cada uno.
Por su parte, los Agentes Rurales han recordado que solo se tienen que recoger setas de especies que se conozcan, para evitar intoxicaciones, y estropearlo con cuidado para no hacer el sustrato, y otras indicaciones básicas al salir de la ciudad como respetar los rebaños y los animales salvajes.
También alertan de que no se puede aparcar en ciertos no se puede aparcar en campos, prados y entradas de caminos, y hacen incidencia, especialmente, en el hecho de no obstaculizar el paso de vehículos de emergencias ni de tractores de vecinos de la zona. Finalmente recuerdan que hace falta dejar el bosque limpio y llevarse cualquier desperdicio que se haya podido generar.
Los espacios naturales
Los espacios de montaña notaban el año pasado también el aumento de visitanted, lo cual los llevó a alarmarse y alertar de la masificación que se producía a los entornos verdes. El Parque Natural de Montseny, por ejemplo, desde el levantamiento del confinamiento, vivió un elevado incremento de visitantes.
En este contexto, se puso sobre la mesa de nuevo el debate sobre la regulación de la recogida de setas, donde se metían múltiples opciones: desde regular el acceso motorizado hasta hacer pagar para recoger setas.
Imagen principal: Mano de una persona limpiando un seta / ACN