A pesar de las lluvias de la semana pasada los embalses de las cuencas internas se siguen situando por debajo del 20%. Antes de las lluvias, el lunes pasado la cifra se situaba en el 20,4%, pero la última de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) de este lunes marca un 19,89%. Así pues, se trata de un porcentaje más bajo que el que se registró en la sequía del 2008, y se acerca cada vez más al mínimo absoluto, del 19,12%, que se registró durante el episodio de sequía de 1989. Los pantanos de Darnius-Boadella, Riudecanyes y Susqueda están tocando fondo, a unos niveles nunca vistos este siglo, mientras que el de Sau se ha estabilizado en octubre al 17% aproximadamente. El actual episodio de sequía se arrastra desde hace más de 2 años, y las reservas del ACA son más bajas que 12 meses en sus nueve embalses. Por ejemplo, el de Darnius-Boadella marca un 15,3%, el de Riudecanyes registra un 4,3% de agua, el de Susqueda, un 20,5% y el de la Baells, un 25,5%. El de Foix es lo único que está en más de la mitad de su capacidad (54%), pero el mes de septiembre llegó a los valores más bajos en todo el siglo XXI.

Récord histórico: 1989

Las cuencas internas de Catalunya se pusieron a prueba durante el periodo 1988-1989, dos años de sequía, que hundieron los niveles de las reservas, alcanzando el récord histórico el 16 de noviembre de 1989 con un mínimo del 19,12%. Según recoge el ACA, estuvo a punto de decretarse una serie de restricciones en Barcelona, que, finalmente, se evitaron gracias a las lluvias que elevaron los niveles al 60%, a final de 1990.

El nivel de reservas de los pantanos gestionados por el ACA está por debajo del umbral de excepcionalidad— que se fija en el 25%— por segunda vez en la historia, después de la sequía del 2008, y se acerca a una situación de emergencia (16% de reservas) a que no se ha llegado nunca hasta ahora. Desde mayo de 2021, los niveles han ido a la baja, excepto dos repuntes que coincidieron con episodios de lluvia, la primavera del 2022 y en junio de este año. La situación anterior a esta crisis era de abundancia de agua, especialmente después de que durante los cuatro días que duró el temporal Gloria en enero del 2020, las reservas subieran del 75% a la raya del 100% de la capacidad.

Sequía generalizada en Catalunya

La situación de sequía está dejando imágenes insólitas, como el pantano de Sau, casi seco, así como situaciones cuanto menos sorprendentes. Un caso es lo de los vecinos del núcleo de Santo Roma de Vilanova de Sau, junto con alguna granja y negocios que desde hace más de cuatro meses no pueden utilizar el agua almacenada del pantano porque está en mal estado. 

Así pues, desde el Ayuntamiento de Vilanova de Sau, que gestiona el servicio municipal del agua, envían cada semana camiones cisterna para cargar el depósito que alcanza esta zona. Su alcalde, Jaume Orra, explicaba hace unos días que la falta de lluvias y el estancamiento del agua han propiciado la presencia de algas en la superficie que hacen que el agua no sea apta a pesar de tener la potabilizadora. Una situación que ya se vivió el 2015.