El hombre que puso a una niña de cinco años en una bañera con agua hirviendo ha sido condenado a dos años de prisión. El culpable, un vecino de Terrassa de 23 años y de nacionalidad mexicana, tendrá que indemnizar a la víctima con 50.000 euros por las lesiones causadas por las quemaduras y no se podrá acercar a menos de un kilómetro de distancia de la pequeña.

Los hechos se produjeron durante el verano de 2013, cuando la menor ―que vivía en Ciudad Real― fue a pasar unos días en casa de su madrina en Terrassa. En el domicilio coincidió con el joven, que era la pareja de la mujer.

Sobre las tres de la tarde del 19 de agosto, el acusado se quedó al cargo de la pequeña. En un momento dado y con la intención de "menoscabar la integridad física" de la niña, el hombre la puso hasta tres veces en una bañera con agua hirviendo, provocándole quemaduras de segundo y tercer grado en el 18% de su cuerpo, de las rodillas hacia abajo.

La menor tuvo que ser intervenida por cirujanos plásticos y estuvo en la UCI en torno a 30 días. Como consecuencia de las lesiones producidas, la pequeña todavía arrastra secuelas: ha perdido en un 15 y 10% la movilidad de los pies y conserva las cicatrices visibles de la veintena de puntos de sutura.

El juicio se ha celebrado cinco años después del incidente y la sentencia de la sección 22 de la Audiencia de Barcelona ha sido aceptada de conformidad por las dos partes. A favor de la defensa del acusado ha jugado el largo tiempo de espera para la celebración de la vista y los 15.000 euros que pagó a la víctima en concepto de indemnización.