La Unitat Central de Segrestos i Extorsions (UCSE) de la Comissaria General d’Investigació Criminal de los Mossos d'Esquadra es la unidad más reactiva de los investigadores de la policía catalana. Han asumido un negocio complicado y que requiere activaciones urgentes para poder salvar vidas. Desde 2006, cuando se creó, y hasta ahora, sus integrantes —a día de hoy una quincena— han creado metodología de trabajo a imagen de otras unidades de este tipo de todo el mundo, con el FBI como uno de sus referentes, y se han especializado en tres ramas muy concretas: la investigación y resolución de secuestros, la investigación de extorsiones y la negociación en incidentes críticos con peligro para terceras personas.

El sargento De la Rosa, jefe de esta unidad central, nos recibe, acompañado de dos de sus cabos, en el despacho de Ègara, la sede central de los Mossos d'Esquadra, en Sabadell. Es el equipo mínimo de trabajo —tres agentes— que tienen para incidentes críticos, cuando deben desplegarse por todo el país para colaborar con los agentes del territorio para negociar cuando hay personas atrincheradas, con armas de fuego, rehenes o con intenciones de hacer volar un edificio. Hoy será De la Rosa quien hará de "negociador primario" con ElNacional.cat para explicar los secretos de esta unidad policial de investigadores y negociadores, que a menudo trabajan en situaciones límite.

Objetivo: salvar vidas

"Somos de los pocos investigadores que pueden salvar una vida", asegura el sargento De la Rosa. Tiene razón. Cuando los investigadores especialistas en homicidios llegan al escenario del crimen, lograran averiguar quién ha matado a la víctima, pero no podrán devolverle la vida. Los investigadores de agresiones sexuales podrán poner al violador entre rejas, pero la indemnidad sexual de la víctima no la podrán recuperar. Ellos, los encargados de investigar secuestros, pueden evitar la muerte de una persona si consiguen liberar a la víctima. Es el objetivo de los agentes de esta unidad.

Este 2023 han investigado cinco secuestros en Catalunya. Algunos de ellos, conocidos; otros, que todavía no se han cerrado y que se siguen investigando. Cuando las personas que tienen retenidas a otras personas piden algo a cambio de liberarlas, ya sea dinero u otras compensaciones, se trata, técnicamente, de un secuestro, y es competencia de esta unidad.

Si bien el objetivo es liberar a la víctima y salvarle la vida, su trabajo no acaba aquí. Hay que detener a los autores y realizar una investigación que sirva, ante el juez, para acreditar los hechos y poderlos condenar. En algunos casos, se tardan meses en descubrir a todas las personas implicadas en el secuestro y en descubrir quién había ordenado secuestrar a la víctima. Es el grueso del trabajo de investigación que hacen la quincena de agentes de la UCSE de los Mossos.

Más incidentes críticos que nunca

Uno de estos cinco secuestros que investigaron en el año 2023 es uno que arrancó como un incidente crítico con personas retenidas en un piso, en el barrio de Sarrià, en Barcelona. Unos ciudadanos chinos, venidos desde Madrid, estaban retenidos en un piso del número 39 de la calle de Amigó. Los secuestradores les reclamaban el pago de un dinero y los amenazaban con armas de fuego.

Se desplegaron, junto con el Grupo Especial de Intervención (GEI), para intentar negociar con ellos, lo que es otra de las especialidades de esta unidad. Intentar resolver, negociando con los atrincherados, una solución sin uso de la violencia. No siempre es posible, pero lo intentan hasta el último momento, cuando ya es imposible y el riesgo supera la oportunidad y hace falta que el GEI -o la Brimo o el ARRO- hagan el asalto para resolver el incidente con uso de la fuerza.

La UCSE trabaja 24 horas, en guardias para estar siempre disponible, con el menor tiempo de respuesta posible, y poder desplazarse a cualquier punto de Catalunya para dar apoyo cuando hay personas atrincheradas con armas de fuego o con rehenes. Los agentes se desplazan siempre con un material indispensable: un equipo que permite comunicarse y grabar la negociación. Pero no se dejan tampoco una mochila con una herramienta que también se puede llegar a utilizar, un megáfono. La comunicación, la conversación, hablar y escuchar, son las herramientas más importantes que tienen estos agentes para intentar disuadir a los delincuentes. Se suma también un trabajo, paralelo, de investigación en tiempo récord, que permite a los negociadores, el primario, lo que habla directamente con el objetivo, y también al equipo que lo rodea, disponer de más información. Un análisis exprés de quién es y qué puede haber llevado el atrincherado a hacer una cosa así. Un repaso de fuentes abiertas y de información policial y médica que ayude a los negociadores a encaminar la conversación hacia el mejor final sin disparos ni heridos.

Unidad Central de Secuestros y Extorsiones (UCSE) de los Mossos d'Esquadra / Guillem RS
De la Rosa, de cara, en la sede de la Unidad Central de Secuestros y Extorsiones (UCSE) de los Mossos d'Esquadra / Guillem RS

Estas activaciones para colaborar en incidentes críticos se intercalan en la vida normal de la unidad. Los agentes pueden estar haciendo vigilancias o haciendo escuchas en la investigación de un secuestro y se tienen que activar para negociar con una persona atrincherada en un piso con una pistola. Una polivalencia de esta unidad que los últimos meses se ha agudizado. Cada vez hay más incidentes de estos tipos con personas con armas de fuego -no siempre relacionadas con la delincuencia, también por personas que tienen las armas para cazar o competición- y que se intenta, con los negociadores, evitar una confrontación armada para evitar daños colaterales.

Pedagogía para negociar

Cuando el equipo de negociadores de la UCSE llega al lugar del incidente se integran en el centro de mando y se ponen a las órdenes del jefe del dispositivo, que es quien lo lidera y decidirá si hace uso o no de la estrategia que puedan plantear los hombres y mujeres del sargento De la Rosa. "Somos una herramienta más, un servicio más. Tenemos TEDAX, Canina, el GEI y también los negociadores; el mando decidirá y nosotros los asesoraremos y haremos todo lo que haga falta", asegura. No son mágicos; no siempre la negociación funciona. Uno de los cabos recuerda que en Canyelles, en el Garraf, durante una negociación, un hombre que estaba atrincherado en una casa abrió fuego contra los negociadores, que por suerte no resultaron heridos.

Los mandos de las comisarías del territorio cada vez más son conocedores que la policía catalana dispone de estos especialistas y los activan en incidentes de este tipo. El mismo sargento también explica que el mismo Grupo Especial de Intervención (GEI) pide que los negociadores del UCSE agoten todas las posibilidades antes de intervenir. Si el GEI entra, y hay intercambio de tiros, y el objetivo tiene que ser abatido, moral, y sobre todo judicialmente, saber que se ha hecho el posible para negociar y que se ha actuado de manera proporcional a la amenaza de que ofrecía el objetivo, da más seguridad a los operadores del Grupo Especial de Intervención.

"Muchas veces solo necesitan a alguien que les pregunte qué pasa o si quieren salir", asegura al sargento. La activación de recursos policiales hace foco al asegurar la zona y evitar malos mayores, pero aseguran que hacen pedagogía para hacer entender de la necesidad de hablar, siempre que sea posible, con las personas que protagonizan este tipo de incidentes. "Hemos llegado a un incidente y preguntar al atrincherado si quería entregarse y nos ha dicho que sí. No lo desmontamos ni lo tuvimos que traer a nuestro terreno, solo le preguntamos si quería dejar el cuchillo y salir", detalla De la Rosa. Uno de los cabos de la unidad también recuerda a un hombre que se subió a la azotea de la prisión Modelo de Barcelona. Cuando llegaron los negociadores le preguntaron qué quería y era una petición que el centro penitenciario podía asumir, y bajó sin más.

Unidad Central de Secuestros y Extorsiones (UCSE) de los Mossos d'Esquadra / Guillem RS
Una de las herramientas de los negociadores de la Unidad Central de Secuestros y Extorsiones (UCSE) de los Mossos d'Esquadra / Guillem RS

Cuando la negociación se agota, sin embargo, sea por el peligro real de acción violenta del objetivo o por la imposibilidad de mantener contacto con la persona atrincherada, no queda más remedio que la actuación de las unidades de intervención, sea el GEI, quien normalmente se despliega en estos casos, cuando hay armas de fuego, o también la Brimo y el ARRO, que también tienen conocimientos y preparación técnica para hacer asaltos para neutralizar personas atrincheradas. Si el incidente acaba mal, la frustración no se contempla en esta unidad. Mañana, que seguro que habrá mañana, irá mejor.

Secuestros más sucios, menos denunciados

En 2023 solo se han denunciado cinco secuestros en Catalunya, un hecho extraño, aseguran desde la Unitat Central de Segrestos i Extorsions de los Mossos. De la Rosa, que ha enfocado su carrera y algunas investigaciones teóricas a este tipo de delitos, explica que con los años han detectado un cambio en los secuestros que se registran en Catalunya. Si hace años se detectaban secuestros entre grupos criminales dedicados a la droga muy profesionales, actualmente el nuevo paradigma del narcotráfico de marihuana también ha cambiado el tipo de secuestros que se detectan en nuestro país.

Conflictos entre bandas —algunas de ellas de baja estofa—, de recién llegados al negocio, que acaban con secuestros como uno en la comarca de Anoia, en el que dos listillos intentaron robar la marihuana de otros que habían organizado una cooperativa, y que acabó con uno de los que intentó robar la droga retenido, agredido y pidiendo dinero para el rescate a su mujer; todo muy torpe. Los Mossos los cazaron a todos. No tenían ninguna manía en hablar por teléfono, sin ninguna medida de autoprotección, y también grababan imágenes de cómo torturaban al secuestrado. Antes, los narcos que recuerda De la Rosa eran mucho más profesionales; ni hablaban por teléfono ni hacían fotos con los móviles.

Unidad Central de Secuestros y Extorsiones (UCSE) de los Mossos d'Esquadra / Guillem RS
La Unitat Central de Segrestos i Extorsions (UCSE) de los Mossos d'Esquadra ofrece servicio las 24 horas / Guillem RS

Pero si se ha disparado este tipo de delincuencia asociada al tráfico de marihuana en Catalunya —convirtiéndose en el primer país de exportación de esta droga— y solo se han registrado cinco secuestros este pasado 2023, algo de la teoría de De la Rosa falla. Pero el sargento lo tiene todo estudiado. Existe una importante cifra negra que evita que los Mossos lleguen a ser conocedores de la totalidad de los delitos. Solo denuncian cuando lo ven complicado; si pueden pagar o pueden ellos mismos liberar al rehén, ya no denuncian", explica. Saben perfectamente que la policía les ayudará a recuperar a la víctima con vida, pero también saben que son policías, y que si tienen negocios sucios también les investigarán. Y también acabarán detenidos. Solo llaman a la policía cuando no les queda otro remedio.

Made in USA

El método de la UCSE de De la Rosa bebe de los negociadores americanos, los que más lo han desarrollado a raíz de los conflictos que han tenido que ir sorteando a lo largo de la historia y del fatal desenlace en algunos casos mediáticos, que les obligó a repensar como tratar este tipo de incidentes críticos antes del uso de la fuerza de los grupos especiales de intervención. La literatura y el cine lo explican, casi al detalle, pero la metodología que aplican los negociadores de los Mossos se basa en la teoría de estas unidades especiales de la FBI y también en la experiencia acumulada en Catalunya, que no es poco.