Han pasado trece días después de darse por apagado, de forma oficial, la erupción del volcán de La Palma. A pesar de escupir lava durante 85 días consecutivos, la naturaleza se ha impuesto y en tan solo una semana ya empezaron a nacer los primeros brotes verdes de la vegetación que han intentado, como fuera, renacer de la tierra. Las imágenes son espectaculares y certifican la capacidad de resistencia del mundo vegetal.

El vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional, Rubén López, ha compartido unas imágenes en twitter que lo certifican. "La naturaleza se va abriendo camino entre las cenizas. En Jedey las plantas salen y vuelven a brotar. Los helechos empiezan a surgir", ha acompañado el escrito con unas imágenes donde se ve un paisaje gris y lleno de ceniza y en medio, pequeñas plantas que intentan volver a sacar la cabeza.

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Fotografías de Rubén López @rubenlodi

Hay otros fenómenos que nos ha dejado la erupción de este volcán. Durante los 85 días que el volcán de Cumbre Vieja estuvo en activo se localizaron dos episodios separados de lluvia ácida que afectó al pinar canario. El primero tuvo lugar sobre la Montaña Quemada y sobre las partes altas del Cumbre Vieja en el segundo.

De hecho, es la primera vez que ha sido observado este fenómeno en las Canarias. Biólogos del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA) trabajan sobre el terreno para conocer las consecuencias que ha tenido sobre la biodiversidad. La erupción de La Palma supuso la emisión de gases como vapor de agua, dióxido de carbono y dióxido de azufre (SO2). Este último es el que en concentraciones altas ha generado lluvia ácida en puntos concretos de la orografía palmera.

Los pinos también ganan al volcán

Manuel Nogales, biólogo del IPNA y delegado en las Canarias del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), es uno de los científicos que estudia actualmente la afección provocada por el volcán. "Los pinos han sobrepasado todas las expectativas que teníamos", explica Nogales, ya que siempre se ha hablado de que el pino canario resiste los incendios, pero en este caso se han podido dar cuenta de que "lo que resiste son los volcanes". Después de tres semanas desde el final de la erupción en el Cumbre Vieja, fechada el 13 de diciembre aunque de forma oficial fue el 25, los pinos ya empiezan a mostrar brotes verdes a tan solo 300 metros del edificio volcánico, hecho que demuestra la fortaleza de esta especie que aprendió a convivir con la realidad volcánica de las Islas Canarias.

Por otra parte, la erupción de La Palma ha emitido en sus tres meses de duración casi tanto material como la suma de las seis que lo precedieron en esta misma isla desde que hay registros históricos: 215 millones de metros cúbicos. El comité científico del Plan Especial de Protección ante Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) precisa que las coladas de lava que atraviesan el Valle de Aridane están formadas por 187 millones de metros cúbicos de material y el cono, 28 millones de metros cúbicos más.

A estas cifras, añade, habría que añadir la lava depositada bajo el agua, a los tres puntos de contacto de las coladas con el mar, y el volumen todavía calculado del material liberado en forma de cenizas, escoria volcánica y otros piroclastos de caída. En un artículo publicado este mismo año en la revista Journal of Volcanology and Geothermal Research por Marc-Antoine Longpré (City University of New York) y Alicia Felpeto (Instituto Geográfico Nacional), se detalla el volumen de material emitido por los otros seis volcanes que ha sufrido La Palma desde el siglo XV.