Responder a una llamada o leer un mensaje mientras se conduce puede costar la vida. El Servicio Catalán de Tráfico (SCT) no se ha cansado de repetir este aviso desde que los teléfonos móviles irrumpieron en la vida cotidiana, pero muchos conductores todavía no son conscientes.

Tráfico ha impuesto 20.731 sanciones por uso del móvil u otros sistemas de comunicación, como el navegador, en el 2017. Esta es una cifra similar a la del 2016 (20.696) y significa que por término medio, cada día, se abrieron 57 expedientes que ya son firmes para manipular un aparato de comunicación en el volante.

Las distracciones  se mantienen como el principal factor concurrente en la siniestralidad vial. El año pasado, el 31,7% de los accidentes con víctimas mortales tuvieron como factor concurrente una distracción. "La clave es concienciar a la gente para que cambie el comportamiento", subraya al coordinador de Seguridad y Movilidad Vial del SCT, Òscar Llatje.

Actividad de riesgo

La falta de atención estar detrás de uno de cada tres siniestros mortales en 2017 y, con respecto al conjunto de los accidentes, representó el 28,4%, de manera que el peso de las distracciones sube en los casos más graves. Además, el Servicio Catalán de Tráfico puntualiza que la incidencia de las distracciones todavía podría estar "infradimensionada", ya que otras causas de accidente son la consecuencia de una falta de atención en el volante; por ejemplo, saltarse un stop puede haber estado motivado por una distracción que, en cambio, puede no constar en la investigación.

El Servicio Catalán de Tráfico admite preocupación por el hecho de que las distracciones se mantengan como principal factor concurrente de accidente y que no hayan bajado en los últimos años. Aparte de la vertiente sancionadora, desde Tráfico insisten en la responsabilidad de los conductores.

"Si realizamos una actividad de riesgo, como operar una máquina que corta, prestamos toda la atención. La conducción nos la tenemos que tomar de esta manera. Tenemos que hacer un esfuerzo por estar atentos", pide Llatje, que reconoce: "La manera más potente para reducir las distracciones es concienciar a la gente, de que asuma el mensaje y cambie el comportamiento. Si esta causa de accidente no baja, quiere decir que no estamos consiguiendo concienciarlos del todo".