El 17,6% de la mujeres catalanas sufrió algún acto de violencia machista en el 2016, dato que se mantiene respecto del 2010, y el 26,1% lo denunció --un 8,4% más--, según la Encuesta de Violencia Machista en Catalunya (EVCM), que ha presentado este lunes la consellera de Presidencia, Elsa Artadi; el de Interior, Miquel Buch, y la directora del Área de Pobreza y Salud de la Fundación Bancaria La Caixa, Montserrat Buisan.

Los datos muestran que las mujeres toman más conciencia de la violencia que han sufrido cuando dejan su pareja-agresor, mientras que aquellas que siguen en una relación con los hombres que los agreden manifiestan menos conciencia de los hechos que viven. Aunque un 20,9% de las mujeres considera que ha sido víctima de un delito, sólo un 26,1% denuncia finalmente los hechos.

Entre el 17,6% de mujeres que sufrió violencia machista en el 2016, el 2,3% declararon ser víctimas de 'hechos muy graves', y el informe destaca que el 25,3% de las catalanas han sufrido un hecho especialmente grave a lo largo de su vida, mientras que el colectivo más victimizado es el de mujeres entre 16 y 29 años (25,8%), serie de las que tienen entre 30 y 44 años (15,2%).

Salir solas

Otro dato significativo es que en un 56% de los casos las agresiones a las mujeres por parte de hombres que no son pareja o expareja se han producido mayoritariamente en lugares de ocio, al espacio público, o en transportes públicos. Las mujeres que han declarado haber sufrido alguna agresión machista en el último año por parte de hombres que no eran parejas procuran no salir solas en un 44,3% de los casos, tienen más miedo de salir o han hecho cambios en sus actividades habituales en un 22,5%.

Entre los resultados más relevantes destaca el hecho de que un 12% de las mujeres identifican y verbalizan que han sufrido alguna agresión machista muy grave en su infancia, es decir, cuando tenían menos de 15 años, y que el 44,4% de los agresores eran conocidos de cuando eran niñas.

Y con respecto a las mujeres con diversidad funcional, el 41,1% verbalizan haber sido víctimas de alguna agresión machista por parte de sus parejas o exparejas a lo largo de su vida.